El Real Madrid cayó derrotado (2-0) este martes en el Reale Arena ante la Real Sociedad, un duelo correspondiente a la jornada 33 de LaLiga Santander en el que los vascos empequeñecieron a los blancos con una propuesta intensa de fútbol y los tantos de Kubo y Barrenetxea, ante unos merengues que pierden confianza antes de su semana clave con la final de Copa y las semifinales de Champions ante el Manchester City.
Si la derrota en Montilivi ya parecía ser definitiva, el contundente 2-0 en el Reale, que permite al Atlético auparse a la segunda plaza si vence este miércoles, pone en bandeja el título a un FC Barcelona que podría ser campeón en la próxima jornada. Los de Carlo Ancelotti se mostraron siempre desorientados sin Benzema, Vinicius, ni Camavinga.
El preparador italiano introdujo varias novedades en su once que no terminaron de funcionar, en otra muestra más de falta de actitud y compromiso con casi nada en juego. Los errores defensivos y la expulsión de Carvajal en la segunda parte condenaron al Real Madrid, que vio como un irreconocible Militao regalaba a Kubo el 1-0 tras un inoportuno resbalón.
Mientras que Barrenetxea convirtió en la recta final el 2-0 definitivo a favor de los vascos, liderados por un omnipresente David Silva. El equipo de Imanol Alguacil se asienta en la cuarta plaza fortaleciendo su condición de próximo equipo Champions con 61 puntos, ocho más que su más inmediato perseguidor, el Villarreal.
Ambos conjuntos comenzaron muy bien plantados, con sus sistemas muy reconocibles sobre el verde y sin tomar demasiados riesgos. La Real inició con presión alta, obligando a los de Carlo Ancelotti a acelerar la circulación del balón. Con las líneas de pase ofensivas cerradas por los ‘txuri-urdin’, fue Tchouameni quien se atrevió con un ‘zapatazo’ seco desde 30 metros que Remiro repelió sin excesivos problemas.
Sin capacidad para trenzar jugadas fructíferas de más de tres pases en zona ofensiva, la segunda ocasión clara para el Real Madrid llegó a balón parado. Militao se elevó más que nadie para cabecear el centro botado desde la esquina, pero el meta donostiarra volvió a responder con un palmeo prodigioso.
El carioca, en otro irregular encuentro, evitó el gol local desviando un disparo desde el área pequeña de Sorloth. Solo fue un aviso antes de que Zubimendi, a solo dos metros de la línea de gol, mandara el balón al larguero tras rematar con la puntera una ‘peinada’ previa. Los de Alguacil entraron en ebullición y, en una cabalgada comandada por el ariete noruego, Silva no hizo bueno el irregular envío del ‘gigante’ escandinavo.
El empuje de los locales encontró su cúlmen en un posible penalti de Militao sobre Oyarzabal que Pulido Santana ni el VAR vieron suficiente para señalarlo. A partir de aquí, más imprecisiones que certidumbre, sobre todo en un Real Madrid desorientado sin Benzema ni Vinicius, viviendo solo de destellos de Rodrygo.
El primer gol del encuentro llegó recién iniciada la segunda mitad, después de que Sorloth apretara y exigiera en la salida a un Militao que resbaló y cedió sin precisión a Courtois. El belga no llegó a tiempo y el exmadridista Kubo abrió la lata para los locales sin oposición. El tanto pilló desprovisto a los blancos, que solo se desperezaron tras el descanso con una acción aislada de Rodrygo.
La cuesta se empinó aún más para los de Ancelotti cuando Carvajal, amonestado en un primer momento por protestar, fue expulsado por doble amarilla tras una entrada sobre el lateral donostiarra Aihen en la que primero rebañó el balón. El técnico italiano dio entrada a Lucas Vázquez por Kroos para reorganizar y dar vitalidad a un equipo incómodo, sin demasiado éxito, pese a desgañitarse desde su zona técnica.
Los canteranos Álvaro Rodríguez y Sergio Arribas no mejoraron la imagen de un Real Madrid que, tras una peligrosa falta lanzada por Mikel Oyarzabal, vio como la milagrosa victoria se le escapaba con el definitivo 2-0 de Barrenetxea. El atacante vasco aprovechó un balón dentro del área para batir a Courtois con un duro y raso disparo pegado al palo defendido por el meta belga.