El Ayuntamiento de Madrid abrirá al público la nueva Plaza de España el próximo lunes 22 de noviembre, un entorno verde, sostenible y accesible de más de 70.000 metros cuadrados, en el que se priorizará al peatón.
La plaza de España ha sido objeto de una profunda reforma que cambiará la fisonomía de la ciudad convirtiéndose en un nuevo polo turístico, según destaca el Ayuntamiento de Madrid.
La renovada plaza integrará todos los modos de movilidad, pero priorizará especialmente al peatón como forma de mejorar la calidad ambiental de un espacio en el que se han plantado más de un millar de árboles.
Además, el 22 de noviembre entrará en funcionamiento el túnel que atraviesa el eje Bailén-Ferraz, lo que supondrá, según el consistorio que encabeza Jose Luis Martínez Almeida, una importante mejora en la movilidad de la zona.
El túnel resultante de la reforma suma al ya existente, que transcurría entre la calle Mayor y los Jardines de Sabatini, otro tramo que llega hasta la calle Ferraz a la altura de Ventura Rodríguez en su entrada desde el norte y de la calle Luisa Fernanda en su salida desde el sur.
La unión de ambas partes genera una nueva infraestructura subterránea de más de 1,1 kilómetros. Dicho túnel dará acceso a la Cuesta de San Vicente, lo que permitirá la conexión con la M-30 y con la Gran Vía.
Gracias al soterramiento del tráfico, el paso elevado de vehículos construido a finales de los años 60 se convierte en una gran plataforma peatonal que servirá de nexo entre el Parque del Oeste, los Jardines de Sabatini, el Campo del Moro, Madrid Río y la Casa de Campo.
A falta de algunos remates en los que se seguirá trabajando en enclaves puntuales de una obra, dice el Ayuntamiento, con esta apertura se quiere primar la vuelta a una movilidad normalizada en este entorno, así como el fin de las molestias para los vecinos.