La Unión Europea ha apuntado este miércoles a que los daños registrados en los gasoductos Nord Stream 1 y 2 se deben a «actos deliberados» y ha avisado de que responderá de forma «unida y sólida» si se demuestra que la fuga fue provocada.
En una declaración a Veintisiete, los estados miembro ha mostrado su preocupación por el incidente registrado en los gasoductos que llevan gas ruso a Europa a través del Báltico, que ha acabado con fugas de gas en aguas internacionales.
La UE considera que se trata de un acto de sabotaje, tras señalar en su comunicado que toda la información disponible «indica que las fugas son resultado de un acto deliberado» y, por ello, se compromete con cualquier investigación que arroje claridad sobre lo sucedido.
«Cualquier interrupción deliberada de la infraestructura energética europea es absolutamente inaceptable y tendrá una respuesta sólida y unida», ha avisado el comunicado firmado por los Veintisiete, que declara que la seguridad y las preocupaciones ambientales son de «máxima prioridad», indicando que estos incidentes «no son una coincidencia» y afectan a todos los europeos.
La voz de alarma la dio las autoridades de Dinamarca, que este lunes detectaron una fuga de gas en uno de los tramos del gasoducto Nord Stream 2 en la isla danesa de Bornholm. Horas después, el gasoducto submarino Nord Stream 1 detectó una caída de la presión del gas procedente de Rusia enviado hacia Alemania y que afecta a las dos líneas del conducto.
Dinamarca cree que «es difícil imaginar» que las fugas de gas «sean accidentales», después de que el Kremlin haya pedido no descartar ninguna posibilidad. En la misma línea se han expresado Noruega, Polonia o Estados Unidos que sospechan de que las fugas podrían ser consecuencia de actos de sabotaje. En este sentido, sismólogos de Suecia han ido más allá y han confirmado explosiones en la zona horas antes de confirmarse las fugas.