La Unión Europea ha condenado «enérgicamente» el lanzamiento por parte de Corea del Norte el pasado 4 de octubre de un misil balístico que sobrevoló el territorio de Japón y que cayó en el océano Pacífico, un hecho que no ocurría desde 2017, hace cinco años.
«Se trata de una nueva violación de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y una flagrante violación de la soberanía y la integridad territorial de Japón consagradas en la Carta de la ONU», ha aseverado en un comunicado la oficina del Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell.
En concreto, la Unión ha calificado el lanzamiento del misil por parte de Pyongyang como una «grave amenaza» para la paz y la seguridad en la región, así como en todo el mundo.
Por ello, Bruselas ha pedido a Pyongyang que se abstenga de cualquier acción que pueda aumentar «aún más» las tensiones internacionales y regionales, haciendo a la vez un llamamiento a Corea del Norte para que cumpla las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU abandonando todas sus armas nucleares y otras armas de destrucción masiva.
«La Unión Europea subraya que las acciones ilegales llevadas a cabo por Corea del Norte no pueden conferirle ni le conferirán nunca el estatuto de Estado poseedor de armas nucleares de conformidad con el Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares (TNP) ni ningún otro estatuto especial», ha advertido la oficina del Alto Representante.
Con todo, Bruselas ha expresado su plena solidaridad con Japón y Corea del Sur y ha reiterado a Corea del Norte su petición para que cese sus acciones «agresivas y desestabilizadoras», y para que respete el Derecho Internacional y reanude el diálogo con Seúl.
«Para ello, la Unión está dispuesta a apoyar cualquier proceso diplomático significativo y se compromete a trabajar con todos los socios pertinentes para construir una base para la paz y la seguridad sostenibles y adoptar medidas destinadas a lograr la desnuclearización completa, verificable e irreversible de la península de Corea», esgrime el comunicado difundido por la oficina de Borrell.
Los gobiernos de Japón y Corea del Sur anunciaron el pasado martes que Pyongyang lanzó un misil balístico que habría caído en el océano Pacífico, sobrevolando parte del territorio del país nipón, hecho que no ocurría desde 2017.
El Gobierno japonés llegó a emitir un aviso sobre el lanzamiento del misil norcoreano a la población de las prefecturas de Hokkaido y Aomori, en el norte del país, instando a los residentes en la regiones afectadas a cubrirse inmediatamente para ponerse a salvo.