Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han acordado dejar por el momento fuera del embargo al petróleo ruso el oleoducto que abastece a Hungría para desbloquear el sexto paquete de sanciones que permitirá poner fin a las importaciones de este combustible por vía marítima desde Rusia, lo que en la práctica supone vetar al menos dos tercios del total del petróleo que llega a la Unión Europea.
Así lo ha anunciado el presidente del Consejo europeo, Charles Michel, a través de las redes sociales con un mensaje en el que anuncia un «acuerdo para prohibir las exportaciones de petróleo ruso a la UE», si bien precisa que «cubre de manera inmediata dos tercios de las importaciones» y no la totalidad del suministro. Con todo, ha recalcado que la medida «cortará una enorme fuente de financiación para la máquina de guerra» del régimen de Vladimir Putin.
El acuerdo apunta un embargo sobre todo el petróleo importado por mar «antes de que acabe el año» y deja para una segunda fase sin calendario preciso el desarrollo del embargo aplicable al ramal sur del oleoducto de Druzhba, que abastece a Hungría, República Checa y Eslovaquia.
Los Estados miembros seguirán negociando los próximos días los detalles para materializar el embargo parcial sobre el petróleo que llega por vía marítima con el objetivo de cerrar esa parte del acuerdo esta semana, según fuentes europeas.
Sin embargo, la exención se concretará «en cuanto sea posible», sin un plazo cerrado, según recoge el texto de conclusiones de los líderes sobre la fórmula concebida para eximir a Hungría de cumplir el veto a las importaciones, atendiendo a su gran dependencia del petróleo ruso y a las dificultades para encontrar alternativas inmediatas, por no tener salida al mar que facilite el abastecimiento por otros proveedores.
En el caso de República Checa, se le concederá una exención de dieciocho meses para dar tiempo al país a buscar alternativas para ciertos productos refinados, ha explicado en una rueda de prensa el primer ministro belga, Alexander de Croo.
Alemania y Polonia, que también se abastecen en parte por este oleoducto, han dejado «claro» con una «declaración política» que cortarán sus importaciones por el tubo de Druzhba «para finales de año», según ha indicado la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, en una rueda de prensa.
Con el compromiso de Alemania y Polonia, que se espera quede formalmente recogido en sendas notificaciones a la Comisión, la Unión Europea estima que el embargo parcial que se aplicará en los próximos meses afectará a «más del 90%» del petróleo, crudo y refinado, que llega al mercado comunitario desde Rusia.
La oferta de una exención cuya caducidad está aún por definir despertaba los recelos de varios socios por el temor a que la entrada de gas ruso por el oleoducto pueda distorsionar la competencia en el mercado comunitario, por lo que según fuentes diplomáticas el acuerdo prevé que la Comisión Europea «monitorice» que esta situación «no afecte al Mercado Único» y garantice la igualdad de condiciones.
Tras algo más de siete horas reunidos en una cumbre extraordinaria en Bruselas, los líderes han llegado a un acuerdo político que respalda el sexto paquete de sanciones que tratan de adoptar desde hace cerca de un mes con las reservas de los países más dependientes del crudo ruso, en especial Hungría, Eslovaquia y República Checa.
El Gobierno de Viktor Orban reclama desde que se empezó a negociar este paquete a principios de mayo quedar exento del embargo mientras no cuente con las infraestructuras necesarias para abrir nuevas rutas de suministro, un objetivo para el que también pide inversiones a cargo de la UE.
La declaración de los Veintisiete pide finalizar y adoptar «sin dilación» el sexto paquete de sanciones asegurando que las medidas y exenciones no afectan al «buen funcionamiento del Mercado Único, competencia justa y solidaridad» entre Estados miembro, al tiempo que se garantiza la «igualdad de condiciones» en la eliminación gradual de la dependencia energética rusa.
En caso de interrupciones repentinas del suministro, deberán preverse «medidas de emergencia» que permitan garantizar la seguridad de suministro, en línea a lo demandado por Hungría para poder abastecerse por otras vías si se interrumpe el flujo por el oleoducto por razones ajenas al propio país.
Esta salvaguarda contempla además que la Comisión monitorice e informe de manera regular del modo en que se aplican estas medidas, con el fin de asegurar la igualdad de trato en materia de competencia.
Además de las medidas contra el petróleo, este sexto paquete incluye otras sanciones como la inclusión de nuevos nombres en la lista de personas y entidades cuyos activos en la UE serán congelados y la desconexión del principal banco ruso, Sberbank, y otras dos entidades del sistema de comunicación financiera Swift. También se cortará la emisión de varios medios estatales rusos.
Por otro lado, los líderes han reiterado su compromiso de continuar apoyando a Ucrania no solo en sus necesidades humanitarias sino también financieras, a través de una ayuda macrofinanciera de hasta 9.000 millones de euros en 2022 y de programas específicos para reconstruir el país.
Von der Leyen ha añadido que su Ejecutivo trabajará «desde la próxima semana» para desarrollar la propuesta de esa ayuda macrofinanciera. Los líderes de la UE han avisado asimismo de que el apoyo del bloque a la reconstrucción de Ucrania estará «vinculado a la implementación de reformas y medidas anticorrupción» en línea con la senda comunitaria.