‘La voluntad de creer’, creada y dirigida por Pablo Messiez, se ha alzado con el Premio Max a mejor espectáculo de teatro, en una gala donde los premios han estado muy repartidos, reconociendo la diversidad lingüistica del teatro español, como ha apuntado el presidente de la Fundación SGAE, Juan José Solana, en su discurso, y con una ceremonia muy gaditana en la que no han faltado los «viva Cádiz» y las palmas flamencas.
Además, Jesús Muñoz y Pau Pons se ha llevado el premio a mejor autoría teatral por ‘Eclipse Total’ y las actrices Marta Nieto y Marina Salas han sido reconocidas ax aequo como mejores actrices por ‘La infamia’, la obra adaptada del libro de la periodista mexicana Lydia Cacho.
Nieto ha reconocido «la valentía y el coraje» de Cacho por escribir y contar su secuestro e intento de asesinato. «Lydia eres una genia, se te tendría que estudiar en las escuelas», ha expresado Marina Salas, quien ha agradecido el «enorme» trabajo técnico que tiene este espectáculo, así como «la generosidad y el talento» de su compañera.
En la categoría masculina, Pere Arquillué ha obtenido el Max a mejor actor por ‘L’Adversari’ e Iñaki Rikarte ha recibido el premio a mejor dirección de escena por ‘Supernormales’. Además, María Goirricelaya Burón ha ganado el galardón a mejor adaptación o versión de obra teatral o coreografía por ‘Yerma’, una adaptación que no contiene «ni una sola palabra de Lorca» pero sí de las mujeres que son infértiles hoy día, ha dicho en su discurso.
La gala, celebrada en el Gran Teatro Falla de Cádiz por primera vez en su historia, ha comenzando entregando el Max a mejor espectáculo para público infantil y juvenil para ‘Blancanieves’, de La Chana Teatro, y el premio al mejor espectáculo revelación a Mujer en Obras por la obra ‘Cucaracha por paisaje de fondo’, obra que ha obtenido también un segundo Max a mejor autoría revelación para Javier Ballestero.
En la categoría de danza, Lali Ayguadé se ha llevado un doblete al obtener el Max a mejor intérprete femenina y a mejor coreografía por la obra ‘Runa’, mientras que el bailarín Mario Bermúdez Gil ha obtenido el Max a mejor interprete masculino por ‘El Bosque’. Además, ‘La Reina del Metal’, de Vanesa Aibar y Enric Monfort, se han alzado con el Max a mejor espectáculo de danza.
Por último, Pascal Gaigne con ‘Eta orain zer? ¿y ahora qué?’ se ha alzado con el Max a mejor composición musical para espectáculo escénico y ‘La gata perduda’ de Fundació Gran Teatre del Liceu con el premio a mejor espectáculo musical o lírico. Además, ‘Love, love, love’ de Animasur ha sido reconocido como mejor espectáculo de calle y la mejor labor de producción ha recaido en Tanttaka Teatroa por ‘Sexberdinak-Sexpiertos’.
En los apartados técnicos, ‘Rojos’ de Laura Clos se ha llevado el Max a mejor diseño de iluminación, Pier Paolo Álvaro con ‘Ás oito de tarde, cando morren as nais’ el premio a mejor diseño de vestuario, y Alessio Meloni con la obra ‘La cabeza del dragón’ ha obtenido el Max a mejor diseño de espacio escénico.
Durante la gala en el coliseo gaditano se ha hecho entrega del premio de honor a la compañía Tricicle por su espléndida y prolífica carrera, repleta de éxitos, hasta llegar a ocupar un lugar destacado en la historia de las artes escénicas y por su maestría y genialidad en el arte del mimo. En su discurso han bromeado sobre el hecho de que «por fin» han recibido un Max tras varias décadas de trayectoria y han agradecido a Cádiz y al teatro Falla por su acogida siempre que han actuado sobre esas tablas, terminando con un «viva Cádiz».
Sergio Claramunt, fundador de Payasospital, una asociación que actúa en hospitales pediátricos de la Comunidad Valenciana, ha subido al escenario gaditano para recoger el Premio Max aficionado o de carácter social.
Por primera vez en 26 ediciones, se ha hecho entrega del Premio Max Apauso del público, concedido al espectáculo familiar ‘El petit príncep’ de La Perla 29, reconociendo así la calidad del espectáculo que más tiempo ha estado en cartelera por el apoyo del público, sustentado en la masiva asistencia de espectadores en las últimas cinco temporadas.
Por su parte, el presidente de la SGAE, Antonio Onetti, y el presidente de la Fundación SGAE, Juan José Solana, han destacado en su discurso conjunto la relación de la ciudad de Cádiz con la tradición cultural, poniendo de ejemplo La Tía Norica de Cádiz –Maximino de Honor– como cuna de la cultura.
En un giro por cambiar el tono de su discurso, ambos presidentes han dejado a un lado las formalidades de estos actos y han entonado su discurso a piano y en verso. Así, Solana ha subrayado la importancia del recién creado Estatuto del Artista y ha pedido que se dé valor a la danza como «patrimonio coreográfico». También ha reivindicado la diversidad lingüística del país, ejemplificando que una compañía vasca pueda llevar su obra, en su lengua, a otros lugares del territorio nacional.