El impuesto sobre las grandes fortunas en Canarias es un tributo a las personas con más nivel adquisitivo y el objetivo es recaudar cada año unos 1.500.000.000 de euros.
Este es un gravamen que el Gobierno central ha puesto en vigor desde diciembre con una estructura muy similar a la del Impuesto al Patrimonio.
Los expertos de la empresa MAX GESTIÓN, especializada en asesoría fiscal, explican que tiene el mismo fin: gravar la riqueza acumulada por las personas. Desde el 31 de diciembre pasado, aquellos contribuyentes con un patrimonio neto superior a los 3.000.000 de euros tienen que asumirlo en una escala variable.
A más riqueza mayor carga impositiva
MAX GESTIÓN es un escritorio de asesoría en materia contable, fiscal, económica, jurídica e informática. Con más de 30 años en el mercado, posee una amplia cartera de clientes a quienes asisten en las obligaciones y cumplimiento de las regulaciones. Una de las tareas habituales de este despacho es ayudar a los clientes a conseguir subvenciones y preparar las obligaciones fiscales.
Una de las obligaciones es el impuesto sobre las grandes fortunas. Se trata de un tributo fiscal que se pecha de forma directa e individual sobre los activos de los contribuyentes. Este se calcula en función del patrimonio particular de cada persona física, por lo que no incluye los ingresos anuales o las transacciones realizadas.
Los expertos de MAX GESTIÓN explican que el cálculo depende del patrimonio declarado por la persona. A más riqueza, mayor será el peso tributario. Por ejemplo, cuando el contribuyente demuestre una riqueza entre los 3.000.000 y los 5.000.000 la declaración equivaldrá al 1,7 % de ese total. El aporte llega hasta el 3,5 % para quienes posean una riqueza superior a los 10.000.000 de euros.
Por qué es importante declarar el impuesto sobre las grandes fortunas en Canarias
En MAX GESTIÓN consideran de gran importancia la adecuada asesoría fiscal para no caer en omisiones o extralimitaciones por este nuevo tributo. Mencionan, por ejemplo, que es necesario evitar la doble tributación con respecto al Impuesto al Patrimonio que aplican las regiones autónomas. Debido a eso, es preciso deducir la cantidad que se pague por este último en la declaración del primero.
Al ser un impuesto nuevo, la información y las opiniones que se han generado en torno al mismo suelen resultar un tanto confusas. Reportes periodísticos dan cuenta de que algunos han optado por donar parte de su patrimonio a sus hijos. No obstante, han advertido que estas decisiones apresuradas no siempre resultan beneficiosas.
MAX GESTIÓN dice que no todos los “ricos” pagarán este tributo, ni todos lo harán en la misma medida. Por ello, es necesario contar con el apoyo de un equipo profesional que esté al tanto de todas las novedades que implica este nuevo impuesto. Un asesor experto no solo ayuda a cumplir esta nueva obligación, sino que apoya en la elaboración de una planificación financiera. De esta manera, se podrá cumplir con todos los tributos que exige el Estado.