El ministro para la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, ha adelantado este jueves que, una vez entre en vigor la Ley de Memoria Democrática, se iniciarán las actuaciones pertinentes para exhumar a Jose Antonio Primo de Rivera y a Gonzalo Queipo de Llano de los lugares en los que actualmente están enterrados, en el Valle de los Caídos y en la Macarena de Sevilla, respectivamente.
Así lo ha anunciado Bolaños en una entrevista en la Cadena Ser, recogida por Europa Press, después de que el Senado aprobara definitivamente esta de Ley de Memoria Democrática, que entrará en vigor cuando se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
En este contexto, el ministro de la Presidencia ha adelantado que, en base a la nueva norma de Memoria, tanto Primo de Rivera como Queipo de Llano no pueden estar en un lugar preminente, por lo que, cuando entre en vigor, se iniciarán los procedimientos para exhumarlos de las basílicas del Valle de los Caídos –que pasará a llamarse Valle de Cuelgamuros– y de la Macarena de Sevilla respectivamente.
De este modo, el Gobierno comenzará a trabajar en trasladar sus restos mortales para darlos una «sepultura digna» en otro lugar que no permita «homenajear» sus figuras.
Precisamente, el ministro encargado de Memoria Democrática ha celebrado la aprobación definitiva de la nueva ley, aunque ha cargado contra PP y Vox por su rechazo en las Cortes y sus críticas a esta norma.
En este punto, Bolaños ha aprovechado una pregunta sobre las declaraciones del vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Enrique Osorio, sobre la justificación de no crear una comisión de investigación por los fallecidos en las residencias durante la pandemia, para acusar a la derecha de «falta de sensibilidad con las víctimas».
«Pero es que pasa igual con la Ley de Memoria Democrática», ha añadido Bolaños, que ve un «hilo conductor» en ambos casos: «Es muy triste que esto ocurra en una democracia como la española, que es olvidar sistemáticamente a las víctimas».
Asimismo, ha criticado la decisión del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, de derogar esta ley en el caso de que lleguen al Gobierno, agregando que esta norma «debería haber tenido un consenso muy superior al que ha tenido».
«Si el PP fuera un partido europeo y occidental, lo normal es que hubiéramos podido pactar con ellos, pero no son capaces de soltar lastre», ha zanjado Bolaños.