Las hermanas de Esther Escobar, asesinada de un tiro: «Ese día, le iba a decir que la dejara en paz»

Redacción

Las hermanas de Esther Escobar Ríos, la mujer asesinada el 26 de febrero de 2020 de un tiro en la cabeza por su acosador, han relatado en el juicio el acoso diario y amenazas que sufría la víctima a manos de Antonio Leal.

Mirma ha declarado en la Sala que juzga el crimen sin biombo y a escasos metro del supuesto asesino de Esther, quien se enfrenta a una petición fiscal de 26 años y medio de cárcel por delitos de asesinato y tenencia ilícita de armas. La familia eleva su solicitud de condena a 30 años de cárcel al contemplar en el asesinato las agravantes de reincidencia y de género.

Esther, madre de 4 hijos, murió como consecuencia del tiro en la sien que le habría disparado el acusado a las siete de la tarde cuando caminaba por el número 6 de la calle Virgen de los Reyes, en el distrito de Ciudad Lineal. Tras el disparo, el asesino huyó y se entregó días después.

En su declaración, el acusado se retractó de la confesión que hizo al entregarse a la Policía Local de Albacete y manifestó que la mujer tenía deudas con el club de alterne en el que ejercía la prostitución, indicando que huyó por temor a que le mataran. «Solo hice el bien por ella», señaló.

Antonio ha seguido este jueves atento el relato de las hermanas de su víctima, mostrando un semblante impasible sin mostrar emoción alguna al igual que en el resto de las testificales.

En el momento del crimen, Mirma salió de su oficina a comprar algo y vio que en los alrededores había mucha policía. Un agente se le acercó y comentó que habían dispararon a una mujer de 40 años.

«No pensé que sería Esther. Volví a la oficina y me llamó mi hermana Sonia para decirme si podía ser ella. La dije que no. Al rato, me llamó y me confirmó que la habían pegado un tiro. Pensé que no sobreviviría», ha relatado.

Entonces sospechó ya que el asesino sería Antonio, la persona que acosaba desde hace tiempo a su hermana. «Sonia me contaba que había un tipo que la acosaba y amenazaba. Tenía mucho miedo. Ese día, le iba a decir que la dejara en paz y que no la molestara», ha detallado indicando que no lo denunciaron.

Tampoco ha querido declarar tras un biombo Sonia, quien nada más sentarse ante el tribunal ha dirigido la mirada al acusado. La testigo ha señalado que las amenazas comenzaron tres meses antes porque su hermana no le correspondía.

«Este señor quería casarse con mi hermana y ella no. Se plantaba en la puerta de su casa. En una ocasión, le enseño un revolver. Mi hermana le tenía miedo», ha contado. «Tenía pura obsesión con ella», ha dicho.

Las + leídas