La vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, ha acusado hoy al Partido Popular de «comprar» la voluntad de los dos diputados de UPN, que ayer votaron en contra de convalidar la reforma laboral, y ha añadido que lo único que falta es «saber el precio».
Lastra, que está compareciendo en rueda de prensa en la sede socialista de Ferraz, ha afirmado que no desvela nunca el contenido de las negociaciones, pero que en esta ocasión se iba a saltar esa norma.
Así, ha desvelado que con la primera persona que se puso en contacto la dirección del Grupo Socialista en el Congreso fue con los el diputado de UPN Sergio Sayas. Según su versión, éste les aseguró que los dos diputados de esta formación estaban de acuerdo con la reforma laboral si no se tocaba una coma del texto. Pero pidió al Grupo Socialista que contara con la dirección de UPN, con el señor Esparza y, precisa Lastra: «Es lo que hicimos».
Además, ha añadido que hasta el último momento los dos diputados mantuvieron que iban a votar que sí a la convalidación de la reforma laboral. Sin embargo, en la votación, ha recordado, traicionaron a su palabra y a la dirección de su partido.
Por lo tanto, la dirigente socialista ha concluido que se trata de un caso de «transfuguismo político, de compra de voluntaes y lo único que nos queda es saber cuánto ha pagado el PP», «lo que les han prometido para que cambiaran su decisión».
Además, ha precisado que en las imágenes de la votación de ayer en el Congreso «es claro que el PP conocía de antemano la decisión de los dos diputados», que «había una estrategia planificada por parte de la derecha para comprar esas voluntades».
Una estrategia, ha dicho, que incluía que el Grupo Socialista no se les hiciera llegar la posición real para que no tuviera capacidad para reaccionar.
Dicho esto, ha acusado al PP de Casado y de Egea de ser capaces de «cualquier cosa», de «comprar voluntades» y en este caso, ha remachado que solo falta por conocer «el precio». En este sentido, ha afirmado que ya se vio en Murcia, pero considera que lo de ayer es «de lo más flagrante».