Lesmes confía en que Reynders ayude a «desatascar» la renovación del CGPJ pero insiste en que si no hay avances dimitirá

Redacción

El presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, ha expresado este viernes su confianza en que la visita que el comisario de Justicia de la UE, Didier Reynders, ha hecho España ayude a «desatascar» la renovación del Consejo, algo que ha subrayado que es «urgente», al tiempo que ha considerado que no debería ser «difícil» que Gobierno y PP acordaran reformar el sistema de elección de los vocales, si bien ha enfatizado que para esto «no hay urgencia».

«El impulso de las instituciones europeas yo creo que es importante, que puede ayudarnos a salir de esta situación de atasco en la que nos encontramos», ha dicho Lesmes, en declaraciones a la prensa, tras reunirse este viernes con Reynders en la sede del Tribunal Supremo (TS).

Así, no ha dudado al afirmar que ahora estamos mejor que antes de la llegada del político belga. «Porque las posiciones estaban muy enconadas y creo que su visita ayuda a una cierto desenconamiento, a flexibilizar un poco las posturas de ambas partes», ha añadido.

Lesmes ha indicado que «hay coincidencia en que la urgencia es renovar el Consejo», hablando incluso de «urgencia extraordinaria». No obstante, ha advertido de que, si no hay avances en esta materia, cumplirá la amenaza de dimitir en «semanas» que verbalizó durante la apertura del año judicial, el pasado 7 de septiembre.

Interrogado directamente sobre si dimitirá la próxima semana, cuando se cumple un mes, ha contestado que «depende de lo que ocurra estos días». «Si nos mantenemos exactamente en la misma situación, mi permanencia carecerá de sentido», ha lanzado.

En cuanto a la posible reforma del sistema de elección de los vocales del CGPJ, ha manifestado que, a su juicio, «en eso no es difícil encontrarse en los dos partidos». «Abramos un procedimiento y vamos a reflexionar hacia dónde tenemos que caminar, en la medida en que tampoco hay urgencia», ha instado.

Lesmes ha explicado que «no hay urgencia» en reformar porque realmente lo modificado no se aplicaría hasta dentro de cinco años, cuando tocaría renovar otra vez el Consejo –contando con que ahora se pactara uno nuevo–.

Además, ha hecho hincapié en la importancia de pensar bien la reforma porque, aunque los estándares europeos exigen que la mayoría de los vocales del CGPJ sean designados por los propios jueces, ha alertado de los «riesgos» de que los «bloques ideológicos» que hay en los partidos políticos se trasladen también al Consejo a través de las asociaciones judiciales.

«No tiene por qué ser tan simple (como) que eligen los jueces. Se puede hacer de muchas maneras para evitar que se trasladen ideológicamente bloques a través de las asociaciones judiciales porque estaríamos exactamente en las mismas. O sea, habría que buscar otros caminos», ha fijado.

Las + leídas