Los líderes de la Unión Europea han señalado este jueves que si China quiere ejercer el papel de mediador en Ucrania debe empezar por mantener contactos con Kiev para fijar los elementos de unas futuras conversaciones de paz, insistiendo en que debe respetarse la integridad territorial del país y que las tropas rusas salgan de su territorio.
Las posibles conversaciones de paz en Ucrania han marcado la llegada de los jefes de Estado y de Gobierno a la cumbre de este jueves y viernes en Bruselas. En este sentido, la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, ha apuntado que «toda guerra» acaba en un proceso de paz, pero la cuestión ahora es considerar los plazos y términos para el fin de la guerra. «Hay claramente un agresor y una víctima. Rusia debe volver a sus fronteras y acordar reparaciones», ha señalado.
Por su lado, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha subrayado que cualquier solución de paz «estable y duradera» debe basarse en las condiciones que establezca Kiev, algo que trasladará al presidente chino, Xi Jinping, en su viaje los días 30 y 31 de marzo a Pekín.
«Es importante conocer de primera mano su posición sobre la paz en Ucrania y trasladarle que serán los ucranianos los que establezcan las condiciones para el inicio de esa paz, cuando llegue», ha afirmado Sánchez en declaraciones antes de la cumbre.
En la misma línea, su homólogo neerlandés, Mark Rutte, ha asegurado que espera una llamada pronto entre el mandatario chino y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. «Creo que es crucial porque China tiene una propuesta de paz con elementos que pueden ser de ayuda y otros que no tanto», ha indicado.
«El diablo están en los detalles», ha admitido, para insistir en que si quiere mediar para la paz, Pekín debe antes contactar con Kiev. «Es cosa de Zelenski y su equipo comprometerse con las propuestas que estén sobre la mesa, pero primero hay que establecer esa comunicación», ha señalado Rutte.
A juicio del primer ministro portugués, Antonio Costa, Europa debe jugar un papel geoestratégico con regiones como África y América Latina en pro de la paz y de un mundo más equilibrado. «No queremos vivir en un mundo en el que después de décadas de bipolaridad entre Estados Unidos y la antigua Unión Soviética, ahora tenemos un mundo fragmentando entre Estados Unidos y China», ha apuntado.
Frente a la creciente relación entre Moscú y Pekín, el primer ministro letón, Krisjanis Karins, ha pedido que Europa fije «su propia posición» en la relación bilateral respecto a China, insistiendo en la necesidad de un enfoque «combinado» y de permanecer «unidos» respecto al gigante asiático.