La artista Lídia Pujol interpreta las letras de la cantautora madrileña Cecilia en su último disco, ‘Conversando con Cecilia’ (Satélite K), a quien recuerda como alguien que «enseñó a mirar la vida con ojos propios y a preguntarse si la normalidad parece saludable o enfermiza».
En una entrevista de Europa Press, ha explicado que el álbum reivindica la importancia de responsabilizarse de la inteligencia y la voz propia: «Hemos normalizado no saber la verdad».
Ha explicado que el disco incluye 20 canciones que siguen un hilo narrativo en el que también aparecen palabras de Santa Teresa de Jesús, textos cantados de Ramón del Valle Inclán y Jacint Verdaguer y una interpretación de ‘Morir’ de Maria Mercè Marçal
El proyecto nace de la necesidad de Pujol «de entender el mundo y las relaciones» que le urge al escuchar el tema compuesto por Cecilia en 1975, ‘Mi querida España’, que fue parcialmente censurado y nunca pudo ser interpretado en su versión original.
Para Pujol, la obra de la cantautora –nacida en Madrid en 1948 y que falleció a los 27 años– perdurará en el tiempo por su audacia de retratar la realidad de los años 60 y los 70, marcada, a su juicio, por la cultura de la culpa sembrada por la Iglesia, la dictadura franquista, el control sobre la mujer y el patriarcado: «La gran revolución es mirar la vida tal y como es».
‘SERÁ QUE MIS VERDADES SON MENTIRAS?’
‘¿Será que mis verdades son mentiras?’, se pregunta Cecilia en otra canción censurada, ‘Cíclope’, que versa sobre quietar el velo de la propia mirada y en la que Pujol ve referencias a los medios de comunicación, que «simplifican la verdad en titulares que se repiten hasta que se genera el miedo necesario para dejar de enfrentarse a la realidad», y que consienten la pasividad y la vida escéptica.
Ha sugerido que Cecilia anticipó la llegada de una eventual pandemia por los versos ‘De vez en cuando, un abrazo; de año en año, un beso’, y ha sostenido de que la pandemia ha tenido un efecto negativo en la población: «Estamos enfermos de normalidad».
Ha defendido que ser humano consiste en estar expuesto –no solo físicamente– y que actualmente, en un contexto marcado por las restricciones sociales, «no hay acto más revolucionario que la presencialidad o conversación en directo sin intermediarios» que interfieran entre realidad y subjetividad activa.
ELENCO INSTRUMENTAL
El repertorio musical tiene una primera parte que, con una instrumentación mínima, ahonda en el inicio de la vida, la familia, las raíces, y la necesidad de las personas de ser amadas, mientras que la segunda arranca con el tema ‘Amor de medianoche’ y profundiza en la vulnerabilidad, «el denominador común de cada uno de nosotros».
Ha asegurado que en el disco «se pone a disposición de las letras» de las versiones originales de Cecilia, y que le gustaría interpretarlo en directo conversando con personas que la estimulen y nutran intelectual y espiritualmente, como la filósofa Marina Garcés.
Ha considerado que en este proyecto puede aportar «la edad que Cecilia no pudo tener, experiencias en el amor, madurez como intérprete y músicos increíbles» como Dani Espasa, Aniol Bestit, Albert Moraleda, Oscar Roig, Pau Figueres, Carlos Montfort, Miquel Àngel Cordero o Xavi Lozano, entre otros.
Al ser preguntada por cómo se diferencia este disco de sus anteriores, ha detallado que este ahonda en lo que tiene cerca, incluso dentro: «Cecilia toca de lleno mi presente y recupera mi olvido, me lleva a la recámara del inconsciente. Me da voz».