Life is Strange: True Colors Análisis – Los sentimientos a flor de piel

Nacho Pérez

Life is Strange demuestra que el género no ha fallecido. Aunque parezca que las aventuras gráficas este tipo de juegos nos demuestra que está más de moda que nunca. Y es que ya no son del estilo Scummvm que tantos buenos ratos nos dio en los 90. Ahora tienen otro modelo de juego pero siguen siendo igual de interesantes. Square Enix y Deck Nine Games están detrás de esta tercera parte de la saga. Koch Media nos lo trae hasta nuestras consolas.

Y es que ahora volvemos a irnos a un pueblecito de la América profunda. Haven Springs. Allí encarnamos a Alex Cheng. Esta joven llega hasta aquí para reencontrarse con su hermano Gabe. Ella ha pasado una infancia difícil ya que se quedó huérfana de forma temprana. Así que aquí quiere reencauzar su vida y la relación con su hermano. Pero rápidamente, todo lo bonito de la naturaleza y el pueblo, se torna tragedia.

Otra cosa ha ido minando la alegría y los ánimos de Alex a lo largo de su vida. Life is Strange: True Colors siempre trata temas de poderes de ciertos personajes. Nuestra protagonista también cuenta con un poder que va más allá de lo normal. Es capaz de ver el aura y los sentimientos de ciertas personas. Esto sucede cuando ese sentimiento es muy fuerte. Y aquí no acaba, ya que puede sentir lo que está sintiendo la propia persona. Es decir, si alguien siente mucha ira y Alex está lo suficientemente cerca, es capaz de sentirla en su propio cuerpo… Y actuar como lo haría esa persona.

Life is Strange: True Colors nos presenta a Alex Cheng

Así pues comienza una aventura en la que tendremos que ir decidiendo, hablando y sintiendo para que Alex se recupere de ese golpe de la vida. Y es que Life is Strange vuelve a mostrarnos la realidad tal como es. Más allá de los poderes sobrenaturales de la prota, hay situaciones tan realistas y actuales que pareciera que están basadas en cualquier día de un pueblo de montaña como Haven Springs.

En Life is Strange: True Colors deberemos ir hablando con todo tipo de gente y tomando ciertas decisiones a la hora de los diálogos. Estas respuestas marcarán cómo reaccionarán los demás habitantes del pueblo hacia nosotros. Pero no todo son decisiones banales. En ciertos puntos deberemos seleccionar una respuesta que moralmente nos hará pensar. Aquí, en estas decisiones es donde se nos pondrá en situaciones realmente difíciles. Aunque siempre tendremos que optar por alguna opción.

Al final de cada capítulo, como suele ser habitual en los Life is Strange, se nos hará un resumen sobre lo que hemos ido eligiendo a lo largo de la aventura. Allí también se compararán los resultados con lo que ha ido escogiendo el resto del mundo. Así veremos si hemos estado en la media de lo que escoge la mayoría o si hemos sido más por libre. Realmente hay bastantes elecciones y cosas por hacer. Eso al final da un largo abanico de posibilidades. Eso sí, no todas son tan influyentes en la historia. Algunas simplemente serán jugar a las arcade o haber encontrado algunos coleccionables.

Y es que ese es otro punto fuerte de Life is Strange. Hay que explorar a fondo todos los escenarios. Si queremos dar con todas las pistas y tener la mayor información posible sobre la aventura, deberemos ir a cada habitación y mirar cada rincón. Es probable encontrar fotos, objetos interesantes o un nuevo recuerdo. Como pasa con las personas, para sentir, deberemos pulsar el gatillo. Hay objetos con recuerdos y sensaciones que nos permitirán ver a qué están asociados. Esto también es parte de la habilidad de Alex y los sentimientos.

El colorido y la BSO es espectacular

El pueblo de Life is Strange está lleno de vida. La naturaleza y el juego de luces con el que cuenta la aventura es impresionante. El estilo artístico que se ha utilizado para el título, aunque es similar al visto en otras entregas de la saga, es realmente espectacular. A nivel gráfico está muy buen nivel . Las expresiones de la gente están muy bien conseguidas y los escenarios son increíbles.

A nivel sonoro el juego está a muy alto nivel. Desde las melodías ambientales hasta las canciones que incluye el juego. Todo es un deleite para los oídos. Destacar el momento “The Last of Us” en el que Alex toca la guitarra y se marca una impresionante versión de Creep de RadioHead. Sin duda el juego tiene aquí uno de sus puntos fuertes.

Life is Strange: True Colors es una Aventura gráfica que viene afín a los tiempos que corren. Historias que dentro de lo sobrenatural, cuentan dramas muy habituales y humanos. Es un juego para tomarlo con calma, pensar y ponerse en la situación de Alex. Además te hace sentir lo que ella siente. Juega con los sentimientos, tanto de la protagonista como de nosotros. Deck Nine Games, que toma el relevo de Dontnod hace un gran trabajo. Square Enix y Koch Media nos lo traen. Es una de las aventuras del año. No te lo pienses más si quieres comprarlo, porque no decepciona.

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