El Villarreal venció (2-3) al Stade Rennes este jueves en la última jornada de la Liga Europa dentro del Grupo F, para ser primero y avanzar directo a octavos de final tras un duelo rocambolesco hasta con un 3-3 anulado por el VAR en el 102′.
El equipo de Marcelino García Toral tuvo que sufrir pero sacó un doble premio. Por un lado el objetivo de ahorrarse una ronda, seguramente de exigencia, y, por otro, recuperar la fe en la resurrección de nivel y sensaciones con un partido complicado donde se adelantó tres veces, la definitiva de Dani Parejo en el 80′.
Con el nivel de confianza bajo, el ‘submarino’ entró en aguas francesas sabiendo que le tocaba guerra. El Rennes, invicto como local en Europa desde 2020 (11 partidos), aprovechó la caldera del Roazhon Park para apretar de inicio y mucho.
Los de Marcelino calmaron el temporal con algo de posesión, pero sin resquicio para encontrar las ocasiones. Con cierta fortuna y ayuda del VAR, el segundo pisotón a Baena en pocos minutos supuso un penalti como caído del cielo con el que Gerard Moreno hizo el 0-1.
Sin embargo, la alegría amarilla fue de medio minuto. El atacante vio tarjeta por una celebración que dedica siempre a sus hijas pero que igual empieza a pensar cambiar, amonestado ya en el Metropolitano. Para seguir, del saque del centro marcó el Rennes, una jugada brillante de Assignon, mal defendida sin duda.
El ambiente también afectó al colegiado, el turco Karaoglan, con seis amarillas en el primer tiempo y muchas decisiones equivocadas, con los jugadores tratando de aprovechar su falta de autoridad. Un caldo de cultivo perfecto para, con mucho en juego, el partido creciese en tensión, en faltas y piques entre los dos equipos.
El inicio del segundo tiempo fue más comedido, con unas molestias de Juan Foyth y un ‘submarino’ sin prisa a pesar de que no le valía el empate. Sin ocasiones, el encuentro se volvió a animar con un buen pase de Moreno que supuso el 1-2 de Ilias. El Villarreal, de nuevo con la sartén por el mango, controló al Rennes hasta que los cambios descolocaron de nuevo la defensa visitante.
Los de Marcelino perdieron la intensidad y permitieron la larga jugada que trajo el 2-2 de Ludovic Blas, con un disparo por dentro. La suerte sin embargo empezó a cambiar para los amarillos, ya que casi a renglón seguido, los visitantes respondieron con calidad para hacer el 2-3, en una buena jugada entre Moreno, Baena y un Parejo que ató el primer puesto para reivindicar su sitio en el equipo.
En medio de las críticas que le colocan como prescindible para que el Villarreal crezca, el madrileño irrumpió en una noche europea que aún tuvo un largo desenlace. De la posible lesión de Coquelin, el gran susto de Matteo Gabbia, inconsciente hasta salir sin alertas en camilla por un rodillazo de Albiol, al tanto de Assignon en el largo descuento que fue anulado por fuera de juego.
El equipo de Marcelino salvó su nueva suerte porque la falta de Le Fee al larguero la recogió el propio lanzador antes de que la jugada acabase en gol. Un alivio y ese doble premio con mucho suspense pero que se quedó el Villarreal para confiar en que puede cambiar la dinámica de la temporada desde Rennes.