Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea continuarán en la mañana del viernes la negociación para acordar la reforma de las nuevas reglas fiscales que, tras cuatro años congeladas por la pandemia, volverán a limitar la deuda y el déficit de los Estados miembro, después de que se haya saldado sin acuerdo el debate durante la madrugada, que se ha prolongado durante unas ocho horas, hasta pasadas las 3 de la mañana.
Así lo han confirmado a Europa Press fuentes diplomáticas que señalan que se ha avanzado «bastante» y que el acuerdo está «cerca», pero también que son necesarias más consultas desde el punto de vista tanto político como jurídico, y que la presidencia española del Consejo reflexionará este viernes sobre los siguientes avances, incluida la posibilidad de convocar una reunión de ministros adicional.
En la reunión, que se ha desarrollado en un ambiente «constructivo», según fuentes diplomáticas, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ha explicado a sus pares la propuesta de compromiso presentada por la presidencia española del Consejo y que incluye una reducción mínima anual de la deuda para aquellos países cuyos pasivos superen el 60 por ciento del PIB, una de las peticiones recurrentes de países como Alemania desde el inicio de las negociaciones.
Tras la explicación inicial por parte de Calviño, los ministros han tomado la palabra para perfilar sus prioridades y diferencias en torno al texto de la presidencia en varias rondas de contactos en las que se han sucedido diferentes planteamientos con cambios al texto inicial de la presidencia.
La propuesta, a la que ha tenido acceso Europa Press, exige una reducción anual del 1 por ciento del PIB para los países con una deuda por encima del 90 por ciento, como es el caso de España, mientras que plantea un ajuste del 0,5 por ciento anual para los Estados miembro con una deuda entre el 60 por ciento y el 90 por ciento.
También introduce un ‘colchón fiscal’ para los países con bajo déficit pero una alta deuda, a los que pedirá reducir el déficit para tener un 1,5 por ciento de margen por debajo del límite del 3 por ciento para tener espacio para responder a posibles ‘shocks’ económicos.
Por otro lado, se pedirá a los países que superen el valor de referencia del 3 por ciento de déficit, a los que se abrirá un procedimiento de déficit excesivo (EDP, por sus siglas en inglés), una senda de gasto neto corrector «coherente» con un ajuste anual mínimo de al menos el 0,5 por ciento del PIB.
Sin embargo, fuentes diplomáticas han señalado que el debate ahora es si el ajuste estructural de la deuda incluirá o no los intereses, mientras que Francia reclama «flexibilidades» sobre esta cifra, que pide rebajar al 0,3 por ciento para dejar más margen para reformas e inversiones ya que aseguran que es «el único punto que falta para acuerdo» tras una negociación «intensa» entre París y Berlín, protagonistas de los principales choques.
Fuentes comunitarias también afirman que los ministros son conscientes de la «urgencia» de acordar su posición antes de que acabe el año, ya que las nuevas reglas fiscales deberán continuar su trámite parlamentario antes de las próximas elecciones europeas y sería una «vergüenza» no lograrlo.