‘Los abrazos perdidos’, el cuento de una niña ciega, de ocho años, sobre el confinamiento

Alvaro San Román

Abuela, ¿qué pasó en 2020?

Un relato situado en 2070 en el que una abuela, su yo futuro, explica a sus nietos cómo se vivió esa pandemia y qué aprendimos en esos días: lo valiosa que es la vida y la importancia de las cosas simples y del contacto humano.

Nayara Granados tiene ocho años y acaba de publicar su primer cuento en la editorial Destino.

En ‘Los abrazos perdidos’ explica a una hipotética futura nieta, allá por 2070, cómo fue el confinamiento a causa del coronavirus.

Esta historia se dio a conocer en mayo dentro de las iniciativas educativas y culturales de la ONCE para los estudiantes con discapacidad visual. Ahora, Destino ha decidido publicarla con ilustraciones de Leire Salaberria y ya está en todas las librerías.

‘Los abrazos perdidos’ narra una historia situada en 2070 en la que una abuela (la Nayara del futuro) explica a sus nietos cómo se vivió la pandemia y qué se puedo aprender de aquellos días.

«Lo valiosa que es la vida y la importancia de las cosas simples y del contacto humano» son, según Nayara, sus principales aprendizajes durante la pandemia.

“Y de repente, el mundo se detuvo. Y nosotros con él. Las escuelas y los parques quedaron desiertos de las risas de los niños, las calles vacías se llenaron de silencio y, desde casa, mirábamos a través de las ventanas. Y en ese tiempo, aprendimos. Aprendimos que cuando el mundo se detiene es para que lo escuchemos. Y que los abrazos perdidos siempre se pueden recuperar”.

Así reza el cuento de Nayara, que se lo dedica a su profesora Verónica Rodríguez, que forma parte del equipo de atención educativa de la ONCE para la inclusión educativa de los estudiantes ciegos.

El nuevo texto se editará también en formato accesible para personas ciegas por parte del Servicio Bibliográfico de la ONCE que lo transcribirá a Braille, grabará una versión sonora y estudia hacer una edición con materiales en relieve para su lectura con los dedos por parte de “peques” con discapacidad visual.

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