La junta general de accionistas del Sevilla FC aprobó este martes las cuentas anuales de la entidad por el 54% de los votos y rechazó un cese del actual consejo de administración en una asamblea, celebrada en el Palacio de Congresos de la capital andaluza, donde el expresidente José María del Nido fue protagonista.
Los 192 accionistas que participaron en la junta, un total de 2.506 representados (88,27% del capital), vivieron una tarde convulsa, llena de interrupciones que comenzaron desde la propia constitución de la mesa. Del Nido, que llevaba días asegurando que volverá al club «sí o sí», echó mano del reglamento para comenzar con sus protestas.
El actual presidente, José Castro, le retiró la palabra en varias ocasiones y amenazó con su expulsión después de que Del Nido reiterase la ilegalidad de la junta. Varios de los miembros que le apoyan hicieron lo propio pidiendo la «nulidad» de la reunión. La junta siguió su curso y terminó siendo un ‘match ball’ salvado por Castro.
El encargado de presentar los primeros puntos del orden del día, relativos con las cuentas del club, fue el director general José María Cruz, quien confirmó el aumento de la cifra de negocio a 170,7 millones de euros, así como la disminución de los resultados por enajenaciones y por el resto de ingresos.
«El total de ingresos ordinarios y extraordinarios es de 192,9 millones, frente a los 228,7 millones del anterior. Es significativo el crecimiento de la cifra de negocio, pero también el descenso de los resultados por enajenaciones debido a la caída de los dos últimos mercados de fichajes», resumió.
El coste de plantilla inscribible es algo superior y el coste de la amortización más los costes por cesiones, es muy similar al año anterior. En total se pasa de 172 millones de ingresos a 164 millones, lo que da, antes de impuestos, 39,1 millones, que pasan a ser 41,3 millones después de impuestos», indicó Cruz, que especificó que 27 millones de esos 39,1 son «efecto directo de la COVID».
Además, dado que la aprobación de gestión del Consejo de Administración no requirió de exposición alguna, se reiteró la propuesta de distribución del resultado, «consistente en aplicar la pérdida de 41,3 millones de euros a aminorar las reservas voluntarias, que pasarían a una cifra de 50 millones de euros», explicaron desde el club. Las cuentas fueron aprobadas por el voto positivo del 54,04% de las acciones.
En esta votación, el sector representado por Del Nido decidió abstenerse; así, el 45% de los accionistas del Sevilla optó por esta opción, al igual que en la aprobación de la gestión (52,12%) del actual consejo, que seguirá en su puesto después de que también fuese tumbado la propuesta de sustitución de los actuales responsables.
«Quiero poner de manifiesto que se cercena mi derecho de voto en una junta general, que se cercena la cantidad de votos suficientes como para volcar la propuesta del consejo que la va aprobar sin mi voto y que en consecuencia propongo a todos los accionistas agrupados que se abstengan en este punto», indicó Del Nido antes de la votación.
Esta propuesta fue votada en contra por la mayoría de los accionistas del Sevilla FC. De esta forma, quedaron sin efecto las votaciones (…) relativas a la reducción de los miembros del Consejo y al nombramiento de nuevos miembros. Dichos puntos fueron incluidos en el orden del día por el accionista Sevillista Unidos 2020, S.L.
Sin embargo, el resultado de la votación reforzó a Castro y su actual equipo de gestión -entre los que se encuentra Del Nido Carrasco, el hijo del expresidente- seguirá en su cargo. En total, el 0,51% de las acciones votaron a favor del relevo, mientras que el 77,01% lo hizo en contra. Además, se registró un 1,7% de votos en blanco y un 20,8% de abstenciones.