El Ministerio de Hacienda ha establecido un fraccionamiento extraordinario del pago del IRPF en la Campaña de la Renta de 2020, que comienza este miércoles, para que aquellas personas que estuvieron afectadas por ERTE y cobraron por ello del SEPE puedan pagar en seis meses sin intereses.
Así lo indicó la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en una entrevista en RNE, en la que se refirió a esta medida publicada este miércoles por el Boletín Oficial del Estado (BOE) a través de una orden ministerial que establece dicho fraccionamiento extraordinario.
Montero recordó que, a causa de la pandemia, ha llegado a haber más de 5 millones de personas en ERTE y que, por tanto, han tenido al SEPE como doble pagador, teniendo menos retención, por lo que “tienen que presentar la declaración, lo que no significa que tengan que pagar”.
Además, la ministra también señaló que los beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital (IMV) tienen la obligación de presentar también la declaración de la Renta con el objetivo de “seguir su trazabilidad y combatir el fraude” en el cobro de esta prestación.
La orden ministerial publicada este miércoles por el BOE destaca que, a lo largo del último año, “han sido aprobadas diversas normas que, en el ámbito tributario, tenían como finalidad minorar el impacto de la pandemia de la Covid-19 en el cumplimiento de las obligaciones tributarias de los ciudadanos” y que “uno de los mecanismos que han sido utilizados con tal finalidad fue el de los aplazamientos de pago de las deudas tributarias nacidas durante este periodo de tiempo”.
Así, la orden establece que, de forma optativa, el contribuyente a quien la declaración de 2020 le salga a pagar y que en 2020 tuviera al SEPE como segundo pagador por haber estado acogido a un ERTE podrá realizar el pago “en seis fracciones, con vencimiento los días 20 de cada mes, siendo el primero el día 20 de julio de 2021”. Además, establece que “no se devengarán intereses de demora durante dicho fraccionamiento ni será necesaria la aportación de garantía”.
REQUISITOS
Los requisitos para poder acceder a este fraccionamiento extraordinario son “que el solicitante, o cualquiera de los miembros de la unidad familiar en caso de tributación conjunta, haya estado incluido en un ERTE durante el año 2020, habiendo sido perceptor en ese ejercicio de las correspondientes prestaciones”.
Asimismo, otro requisito es “que no exceda de 30.000 euros el importe en conjunto que se encuentre pendiente de pago para el solicitante, tanto en periodo voluntario como en periodo ejecutivo, de las deudas de derecho público gestionadas por la Agencia Estatal de Administración Tributaria y por los órganos u organismos de la Hacienda Pública Estatal”.
Por último, sólo podrán acogerse a este fraccionamiento aquellos contribuyentes que presenten su declaración dentro del plazo voluntario, entre el 7 de abril y el 30 de junio, por lo que no podrá fraccionarse el pago de las autoliquidaciones complementarias que se presenten con posterioridad a este plazo.
Actualmente la Ley del IRPF establece que estarán exentos de presentar la declaración de la Renta aquellos contribuyentes que hayan percibido rentas por debajo de los 22.000 euros. Sin embargo, para aquellos que hayan tenido más de un pagador, como es el caso de quienes hayan cobrado prestación por desempleo o un ERTE, la obligación de presentar la declaración es a partir de los 14.000 euros anuales, salvo que el total de retribuciones recibido del segundo y sucesivos pagadores no supere los 1.500 euros.
Por tanto, los asalariados que hayan cobrado entre 14.000 y 22.000 euros en 2020 tendrán obligación de declarar IRPF si lo percibido del SEPE el pasado año a través de prestación por desempleo o ERTE supera los 1.500 euros anuales.
En concreto, la Agencia Tributaria estima que, de los 3,5 millones de trabajadores que se vieron afectados por un ERTE en 2020, 327.000 de ellos no presentaron declaración el año pasado y estarán obligados a hacerlo en esta campaña.
