Los presidentes regionales del Partido Popular lograron este jueves llegar a un acuerdo con Pablo Casado tras casi cinco horas de reunión para reconducir la crisis interna que sufre la formación desde hace una semana. Por unanimidad, suscribieron un comunicado en el que el todavía líder nacional se compromete a no presentarse al Congreso extraordinario que se convocará para los días 2 y 3 de abril. Además, coincidieron en proponer al gallego Alberto Núñez Feijóo como candidato para tomar las riendas en ese cónclave.
Así lo hicieron público cerca de las dos de la madrugada en un comunicado escrito de cuatro párrafos, en el que Casado anuncia su «decisión de no concurrir al próximo Congreso Nacional» que convocará la Junta Directiva Nacional en su reunión de la semana que viene, prevista para el martes 1 de marzo a las 12.00 horas.
De este modo, los presidentes regionales del PP consiguieron poner fecha de caducidad a casi cuatro años de liderazgo de Casado al frente del PP, puesto que muchos de ellos llegaron a la cita en la sede nacional de la madrileña calle Génova con el temor de que el líder del partido intentara mantenerse al frente e incluso presentarse como candidato.
Gran parte de los barones acudieron a la reunión pidiendo públicamente ante la prensa que Casado «diera un paso al lado» para facilitar el relevo, tras dos jornadas de declaraciones de diversos compañeros de partido que incluso planteaban la necesidad de que el presidente dimitiera por la noche, lo que habría desembocado en un proceso y unos tiempos distintos.
Finalmente, eso no ocurrió y, según declararon los propios dirigentes territoriales al salir, ninguno de ellos se atrevió a planteárselo cara a cara a Casado. Tanto es así que el comunicado consensuado tras cinco horas de reunión asegura que «por unanimidad se ha solicitado al presidente nacional que continúe en su cargo hasta el Congreso extraordinario y urgente» que la Junta Directiva Nacional aprobará para el 2 y 3 de abril.
Esto significa que Casado permanecerá en el cargo de presidente nacional del PP hasta el propio cónclave que tendrá lugar dentro de un mes y allí cederá el testigo al sucesor sin que haya vacío de poder ni más renuncias en el organigrama, como la que el martes protagonizó el secretario general del partido, Teodoro García Egea, a quienes casi todos los barones querían fuera de Génova 13 antes de la reunión con Casado.
La cita con los presidentes regionales acordó también nombrar a la portavoz en el Congreso de los Diputados, Cuca Gamarra, como «coordinadora general del partido», de manera que pueda asumir las tareas políticas necesarias durante el mes de plazo que queda. Además, pactaron que se proponga al eurodiputado Esteban González Pons como presidente del Comité Organizador del 20º Congreso Nacional del PP y que este órgano que debe velar por el correcto funcionamiento del cónclave tenga «al menos un miembro designado por cada organización territorial».
RESPALDO UNÁNIME A FEIJÓO
El futuro del PP quedará en manos del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feióo, a quien todos los presentes en la reunión pidieron que asuma la responsabilidad de presentarse como candidato al Congreso para liderar el partido a partir de abril y suceder así a Pablo Casado como líder de los populares y jefe de la oposición.
Fuentes oficiales de esta formación explicaron que el propio Casado pidió en la reunión a Feijóo que asuma esa responsabilidad dada su larga trayectoria política y sus éxitos electorales con cuatro mayorías absolutas consecutivas en Galicia desde febrero de 2009.
Antes de que eso ocurriera dentro de la sede, los propios barones apuntaron sus intenciones cuando fueron llegando uno a uno al partido y expresaron ante los medios de comunicación su preferencia por Feijóo como solución a la «guerra civil» que atraviesan los populares desde hace una semana.
El presidente de Andalucía, Juanma Moreno, alabó su experiencia y reputación; el presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, destacó su éxito electoral y de gestión en Galicia; el líder de los populares en Extremadura, José Antonio Monago, ensalzó su «peso específico» para asumir la tarea; y el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, declaró expresamente que «Feijóo es la solución».
Sin embargo, Feijóo frenó esas ansias cuando salió de la reunión con el argumento de que el Congreso Nacional «aún no está convocado» y, por lo tanto, prefiere esperar a que formalmente lo haga la Junta Directiva para tomar esa decisión.
El líder gallego agradeció a sus compañeros que le hayan «animado» a dar el paso pero se amparó en los plazos reglamentarios internos para no contestar por el momento si dará el paso, ya que antes de ese momento considera que sería “profundizar en la frivolidad política”.
No obstante, dentro de la sede del PP fuentes cercanas a Feióo dieron por hecho que se presentará al cónclave porque quiere ser «elegido por la militancia» para disponer de la «legitimidad» que otorga obtener en las urnas el respaldo de los propios compañeros de partido.
MÁS TENSIÓN DE LA CONTADA
La reunión entre Pablo Casado y los presidentes regionales del PP concluyó tras casi cinco horas, en las que se cerraron gran parte de las heridas abiertas durante la última semana. De hecho, en las declaraciones posteriores a la prensa ensalzaron la «generosidad» y «responsabilidad» del presidente nacional para facilitar una solución por unanimidad.
El presidente del PP del País Vasco, Carlos Iturgáiz, cambió el discurso duro contra Casado que había pronunciado al llegar pidiendo que se apartara y puso el énfasis en reconocer “todo lo que ha dado a este país y al PP” en los casi cuatro años que ha estado al frente del partido.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, fue el más cariñoso con Casado al justificar que agote su mandato en el Congreso extraordinario porque considera que tiene derecho a despedirse igual que llegó a ese cargo, y hacerlo «de manera razonada, sensata y equilibrada».
Incluso, agradeció públicamente a Casado que en la reunión aportara su «granito de arena» para que un proyecto «tan importante» para España como es el PP «tenga continuidad, viabilidad, y superemos esta crisis».
Sin embargo, la realidad de la reunión dentro de la sede del PP fue menos relajada de la versión edulcorada que aportaron al salir los dirigentes, una vez que Casado había renunciado por escrito a presentarse como candidato para repetir en el cargo.
Fuentes presentes en la cita de los barones con Casado aseguraron a Servimedia que varios de ellos fueron tajantes en sus exposiciones ante el líder nacional y expresaron claramente que debía descartar totalmente seguir al frente del PP, ya que llegaban a la reunión dudando de sus verdaderas intenciones.
Uno por uno fueron explicando lo que pensaban y cómo creían que debía resolverse la crisis, para lo que pusieron sobre la mesa el nombre de Alberto Núñez Feijóo. Era su manera de demostrar a Casado que estaba solo y que su etapa había acabado.
Aunque al llegar varios de ellos querían que Casado dimitiera como presidente, al salir todos ellos negaron que se lo hubieran pedido durante la reunión. Según las mismas fuentes, no hizo falta porque lo prioritario para ellos es que no intentara resistirse y descartara disputar el Congreso a Feijóo.
A cambio, aceptaron «sus propuestas» para que Cuca Gamarra asuma temporalmente la función de coordinadora general del partido, que Esteban González Pons presida el Comité Organizador del Congreso y que el propio Casado pueda terminar el mandato llegando como presidente nacional al cónclave de abril, donde si se aplica la tradición tendrá un discurso de despedida.