Los cultivos cerca de Chernóbil siguen contaminados casi 35 años después

Servimedia
Las tierras con cultivos que crecen cerca de Chernóbil (norte de Ucrania) continúan contaminados casi 35 años después del accidente nuclear producido en ese lugar.

Así se explica en un estudio realizado por siete investigadores pertenecientes a los Laboratorios de Investigación de Greenpeace en la Universidad de Exeter (Reino Unido), el Instituto Ucraniano de Radiología Agrícola y la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida, y publicado en la revista ‘Environment International’.

Los científicos analizaron cereales como el trigo, el centeno, la avena y la cebada, y hallaron concentraciones de isótopos radiactivos (estroncio 90 y cesio 137) por encima de los límites de seguridad oficiales de Ucrania en casi la mitad de las muestras.

También examinaron muestras de madera y encontraron que tres cuartas partes contenían concentraciones de estroncio 90 por encima de los límites ucranianos para leña.

«Nos centramos en el estroncio 90 porque se sabe que actualmente está presente en el suelo principalmente en forma biodisponible, lo que significa que puede ser absorbido por las plantas», apunta Iryna Labunska, de los Laboratorios de Investigación Greenpeace y autora principal del trabajo, quien añade: «El control del Gobierno de Ucrania de los productos que contienen estroncio 90 finalizó en 2013, pero nuestro estudio muestra claramente que esto debe continuar».

Labunska añade al respecto: «Las personas deben estar al tanto de la contaminación continua del suelo y las plantas, y deben ser asesoradas sobre los métodos agrícolas y de remediación más seguros. Encontramos niveles muy altos de estroncio 90 en la ceniza de madera; sin embargo, muchas personas todavía usan la ceniza de sus incendios como fertilizante para cultivos».

David Santillo, también de los Laboratorios de Investigación de Greenpeace, agregó: «Nuestros hallazgos apuntan a la contaminación y la exposición humana en curso, agravadas por la falta de monitoreo de rutina oficial. Esta investigación también destaca el potencial de que la radiación derivada de Chernóbil se propague más ampliamente de nuevo a medida que se utiliza cada vez más madera para la generación de energía en la región».

116 MUESTRAS ANALIZADAS

Los investigadores analizaron 116 muestras de granos recolectados entre 2011 y 2019 en 13 lugares del distrito de Ivankiv de Ucrania, a unos 50 kilómetros al sur de la central de Chernóbil y fuera de su zona de exclusión. También recogieron muestras de madera, en su mayoría pino, de 12 ubicaciones en ese mismo distrito entre 2015 y 2019.

Entre sus conclusiones principales, destaca que un 45% de las muestras de cereales de la parte noreste del distrito de Ivankiv contenían estroncio 90 en niveles superiores a los permitidos para el consumo humano y es probable que esta situación persista durante al menos otra década.

Además, las concentraciones combinadas de estroncio 90 y cesio 137 estaban por encima de los niveles permitidos en un 48% de las muestras examinadas.

Sin embargo, los datos modelados muestran que la mayor parte del distrito de Ivankiv podría producir granos con estroncio 90 por debajo de los niveles permitidos en Ucrania.

En el caso de la madera, los niveles de estroncio 90 podrían superar los niveles permitidos para la leña en los bosques de vastas áreas del noreste del distrito de Ivankiv. La madera de estos territorios todavía puede contener estroncio 90 por encima de los niveles permitidos a finales de este siglo.

Los autores recomiendan programas de seguimiento alimental y alimentario, con financiación adecuada en el futuro; políticas agrícolas impulsadas por el Gobierno ucraniano, como el uso de fertilizantes orgánicos, que podrían reducir las concentraciones de estroncio 90 aproximadamente a la mitad; disminuir o eliminar el uso de madera contaminada radiactivamente en incendios, e informar a la población de la manipulación segura de cenizas contaminadas radiactivamente, con un servicio centralizado de eliminación de dichas cenizas.

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