El Consejo General de Enfermería (CGE), el sindicato de Enfermería (Satse), la Asociación Nacional de Directivos de Enfermería (ANDE) y las Sociedades Científicas Enfermeras han demandado al ministro de Universidades, Joan Subirats, y a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, que se permita en cada comunidad autónoma implementar medidas que aumenten el número de plazas de grado, manteniendo los estándares de calidad formativos marcados por las agencias universitarias, con el objetivo de que la sanidad cuente con el «número adecuado» de estos profesionales a medio y largo plazo y, así, garantizar una «óptima atención» y cuidados al conjunto de la ciudadanía.
En una carta dirigida a ambos ministros, los principales representantes de la profesión enfermera, y miembros de Unidad Enfermera, han destacado la necesidad de solucionar, de manera conjunta y consensuada entre administraciones, instituciones y organizaciones, el «grave déficit crónico y estructural» de profesionales de Enfermería que sufre España desde hace años.
Al respecto, han recordado que en España hay 296.244 enfermeras, lo que supone una ratio de en torno a seis enfermeras por cada 1.000 habitantes, mientras que en el entorno europeo, según cifras de Eurostat, OCDE o la OMS, la media de la ratio se sitúa en torno a nueve enfermeras por cada 1.000 habitantes.
«Desde hace ya casi una década venimos advirtiendo de que se debería llevar a cabo una política y planificación de recursos humanos, con previsión de futuro y no de carácter paliativo, que permita aumentar la calidad asistencial, así como dar respuesta a las nuevas necesidades de salud de la población. Nos encontramos ante un nuevo paradigma dado el envejecimiento de la población, la pluripatología y cronicidad de muchas enfermedades que hacen ya necesario, y lo hará aún más preciso en un futuro inmediato, el contar con profesionales del cuidado para pasar del curar al cuidar, y los profesionales del cuidado, tal y como recoge nuestra legislación (Ley 44/2003, de Ordenación de las Profesiones Sanitarias) son las enfermeras», han dicho en la carta.
Por ello, a su juicio, es «imprescindible» contar con el número adecuado de enfermeras y enfermeros que puedan dar respuesta a las necesidades y demandas actuales y futuras de nuestra sociedad. «Independientemente del análisis pormenorizado que se deba realizar para llevar a cabo una adecuada planificación del número de enfermeras y enfermeros que nuestro sistema sanitario necesita para los próximos años, es evidente que necesitamos acercar nuestra ratio de enfermeros al entorno europeo, como así se acordó en julio del 2020 por unanimidad en el Congreso de los Diputados», han apuntado las organizaciones.
De cara a lograr este objetivo, consideran fundamental aumentar el número de plazas de Grado de Enfermería en las universidades de España, como también en fechas recientes desde el propio Ministerio de Universidades se manifestaron dispuestos a abordar si así lo solicitaba el propio colectivo.
Teniendo en cuenta que, en estos momentos, se están graduando anualmente en torno a 11.000 estudiantes del Grado de Enfermería, los principales representantes de la profesión enfermera han comentado que habría que incrementar en unas 90.000 enfermeras, solo para la sanidad pública, en los próximos años, si se quiere alcanzar la media de la ratio de los países de nuestro entorno europeo.
«Hay que tener en cuenta, además, que, según cifras oficiales, en los próximos 10 años se jubilarán en torno a 60.000 enfermeras, por lo que apremia abordar este tema de forma urgente. Pedimos que se permita en cada comunidad autónoma implementar medidas que aumenten el número de plazas de Grado», han enfatizado.
Una petición que realizan siendo conscientes que son muchas las cuestiones a analizar, como el profesorado necesario, infraestructuras de aulas, prácticas adecuadas para que cada estudiante pueda realizar las 2.300 horas previstas de acuerdo a la directiva europea que regula la profesión, o la coordinación con el Ministerio de Sanidad, consejerías autonómicas, tanto del ámbito sanitario como educativo, presupuestos.
«Si no se actúa de manera inmediata, estaremos abocados en los próximos años a sufrir las consecuencias del déficit de enfermeras, lo que repercutirá en la salud de los ciudadanos y en la seguridad de los pacientes, tal y como se ha demostrado ampliamente en numerosos estudios científicos que concluyen que una dotación inadecuada de enfermeras por paciente incide directamente en la mortalidad de los mismos», han recalcado.