Los ‘escondites’ del Senado que se pueden visitar hasta este jueves

Redacción

El Senado celebra este miércoles y jueves sus jornadas de puertas abiertas, en horario ininterrumpido desde las 10.00 hasta las 19.00 horas, en las que los ciudadanos que acudan a la Cámara Alta se encontrarán con los ‘escondites’ que no suelen identificarse con las imágenes de los debates, como son la biblioteca de estilo neogótico o un trono de la época de la reina Isabel II, y que también fue utilizado por los monarcas Amadeo de Saboya, Alfonso XII, Alfonso XII y el dictador Francisco Franco.

A las 10.00 horas, puntual con su cita, el presidente de la Cámara, Ander Gil, ha abierto de manera simbólica la ‘Puerta del Rey’, que solo se descubre en ocasiones especiales como esta, para que accedieran al Palacio los más de treinta ciudadanos que estaban en la cola combatiendo el frío con café y caldo casero, cortesía de la institución, en la Plaza de la Marina Española.

Los primeros en saludar al presidente y acceder al Antiguo Salón de Plenos han sido un matrimonio, Rogelio y Escolástica, que, según han explicado en declaraciones a los medios, es la primera vez que acuden al Senado y no han querido perderse esta oportunidad, llegando a las 9.15 horas, tras haberse enterado de estas jornadas a través de la televisión.

Después de este matrimonio, han ido accediendo varios ciudadanos, en pareja, grupos o invidiualmente, recibiendo un ejemplar de la Constitución Española, y se han encontrado a las puertas del Antiguo Salón de Plenos a representantes de la Mesa, como Pío García Escudero, Manuel Fajardo y Rafael Hernando, y a la portavoz del PSOE en la Cámara, Eva Granados.

EL ANTIGUO SALÓN DE PLENOS

Lo primero que se han encontrado estos visitantes ha sido el Antiguo Salón de Plenos, uno de los sitios más reconocibles de la Cámara, tal y como han admitido varios ciudadanos, y, a su vez, uno de los más fotografiados aprovechando que este rincón se aprovecha para celebrar jornadas, comisiones y el Pleno de inicio de legislatura.

Desde aquí, el presidente de la Cámara se ha dirigido a ellos desde la tribuna para agradecerles su presencia y poniendo en valor la importancia de la ciudadanía en la política. De hecho, ha enaltecido la labor de la profesión política en uno de los ciudadanos, que le ha reconocido que no había podido visitar antes el Senado porque estaba trabajando.

Tras estas palabras, los ciudadanos se han podido quedar charlando con estos representantes del Senado y posteriormente han accedido a las diferentes salas habilitadas a través de un recorrido, que incluye los Despachos de Honor de la Presidencia, el salón de Conferencias, las salas Manuel Broseta Pont y Manuel Giménez Abad y la biblioteca, para posteriormente acabar saliendo por la calle del Reloj.

LA HISTORIA DEL TRONO

Es en el salón de Conferencias, también conocido como sala de Pasos Perdidos, donde la institución ha decidido exponer por segundo año consecutivo el trono del Senado, un sillón de estilo neobarroco y fabricado en madera tallada y dorada. En esta sala también se encuentran cuatro obras pictóricas como ‘la rendición de Granada’, entre otras.

El sillón de tronos del Senado se desconoce si fue comprado o cedido. Aunque se adquirieron dos sillones, a partir de 1844 deja de haber constancia del segundo sillón, por lo que solo se conserva uno. Ha sido utilizado por Isabel II, Amadeo de Saboya, Alfonso XII, Alfonso XII y el dictador Franciso Franco.

Desde sus orígenes, la Cámara Alta tuvo la necesidad de tener un trono en el salón de sesiones, con la finalidad de acoger el asiento de los monarcas cada vez que acudiesen para abrir o cerrar las Cortes. La precaria situación de la Cámara en sus inicios obligó a pedir en repetidas ocasiones la cesión de un dosel y sillón para el trono a la reina María Cristina de Borbón.

El último en utilizarlo fue el dictador Francisco Franco, ya que durante su dictadura, el Senado sirvió de sede al Consejo Nacional. Pese a que se bordó en el respaldo las Armas de Juan Carlos, en sustitución del símbolo del vítor, el rey emérito no llegaría a utilizarlo.

LA BIBLIOTECA, LO QUE RECOMIENDA ANDER GIL

Los ciudadanos también pueden visitar la biblioteca del Senado, el rincón que ha recomendado Ander Gil porque, según ha declarado a los medios de comunicación, cuando la ven, «la gente cambia su visión de la institución».

La Sala de Lecturas fue construida en el año 1882 y se trata de una de las joyas arquitectónicas de la Cámara Alta. Su Biblioteca, de estilo neogótico, cuenta con más de 340.000 volúmenes repartidos en un fondo histórico y otro moderno.

El Fondo Histórico alcanza unos 105.000 volúmenes, cuyas obras más singulares de este Fondo se han puesto a disposición de los ciudadanos mediante la digitalización y difusión en la web del Senado. Por su parte, el fondo moderno cuenta con más de 235.000 volúmenes.

La biblioteca del Senado está diseñada por el arquitecto alicantino Emilio Rodríguez Ayuso y está inspirada en la construida anteriormente para el Parlamento británico.

Con todo, el presidente de la Cámara ha celebrado el «día de fiesta para los demócratas» que supone abrir las puertas a la ciudadanía. Para acceder al Senado durante estas jornadas hay que presentar el Documento Nacional de Identidad, el pasaporte o la tarjeta de residencia y la entrada a las instalaciones está preparada para que sea accesible mediante rampas.

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