Añadir frutos secos a una dieta regular de estilo occidental afecta la metilación del ADN del esperma en regiones específicas, según un estudio del CIBER de Obesidad y Nutrición (CIBEROBN), lo que demuestra, por primera vez, que hay regiones del epigenoma espermático que podrían responder a la dieta, un mecanismo que explicaría por qué la alimentación puede modular la fertilidad masculina.
El estudio, llevado a cabo en conjunto con la Unidad de Nutrición Humana de la Universitat Rovira i Virgili y el Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili, liderados por el doctor Jordi Salas, en colaboración con investigadores de la Universidad de
Utah de los Estados Unidos, liderados por el doctor Douglas T. Carrell, ha evaluado por primera vez el efecto del consumo regular a corto/medio plazo de una mezcla de frutos secos (almendras, avellanas y nueces) sobre los patrones de metilación del ADN espermático en individuos sanos que informaron que consumían una dieta al estilo occidental.
Anteriormente, se habían relacionado diferentes factores ambientales y de estilo de vida con la disminución de la calidad de los espermatozoides, siendo la dieta es uno de los más plausibles identificados en los últimos años. Además, varios estudios habían demostrado que hay una estrecha asociación entre la alteración de la metilación del ADN espermático, es decir, la modificación epigenética del ADN, y la calidad del semen. No obstante, hasta ahora no se había publicado ningún ensayo clínico aleatorizado con el objetivo de evaluar los efectos de la dieta en estos cambios de la función del ADN espermático.
LOS FRUTOS SECOS MEJORAN EL NÚMERO DE ESPERMATOZOIDES
Así, este estudio se inscribe en el marco de del estudio FERTINUTS, un ensayo clínico liderado por la doctora Mònica Bulló y el doctor Albert Salas-Huetos, cuyos resultados principales, publicados en 2018, demostraron que el consumo de frutos secos durante 14 semanas mejoraba significativamente el número de espermatozoides, la vitalidad espermática, así como la motilidad y morfología de los espermatozoides.
Con este nuevo estudio realizado en 72 participantes sanos, no fumadores y jóvenes, del ensayo FERTINUTS (48 de los cuales formaban parte del grupo que consumía frutos secos los 24 restantes formaban parte del grupo control), los investigadores han podido observar que 36 regiones genómicas se metilaban de manera diferencial entre el inicio y el final del ensayo únicamente en los individuos que consumían frutos secos, y que el 97,2 por ciento de las regiones mostraron un aumento de la metilación.
El primer autor del artículo, Albert Salas-Huetos (actualmente trabajando en la Harvard University, EE. UU.) afirma que «este trabajo demuestra que hay algunas regiones sensibles de la epigenoma espermático que podrían responder a la dieta, lo que podría resultar en cambios en los espermatozoides y la capacidad de estos a fecundar». Los investigadores también señalan que los posibles beneficios para la
salud de los hallazgos merecen más estudios que comprueben los resultados en otras poblaciones.