Los insultos de adolescentes a sus padres se ha triplicado durante el confinamiento, pasando del 3,8% de casos en febrero, al 11,9% en el periodo de estado de alarma, entre el 14 de marzo y el 21 de junio.
Así se recoge en un estudio realizado por Amalgama y Fundación Portal, en el que se entrevistó a 3.000 progenitores (1.500 mujeres y 1.500 hombres) de jóvenes entre 14 y 18 años que han convivido durante este periodo de la crisis sanitaria.
La recogida de datos, según ha explicado el autor principal del trabajo, Jordi Royo, se ha realizado durante los meses de agosto y septiembre, a través de un cuestionario en el que se preguntaba a las familias por diferentes comportamientos de los adolescentes, antes, durante y después del confinamiento.
Este cuestionario, ha indicado Royo, ha determinado que «los adolescentes han suspendido en buen comportamiento durante el confinamiento», ya que no sólo se han triplicado los casos de insultos, sino que se han duplicado las malas contestaciones, que han pasado de un 30,1% antes de la crisis, a un 58,3% durante el confinamiento.
MÁS AISLAMIENTO
Pero, además, Royo ha mostrado su preocupación por los datos del postconfinamiento que, en su mayoría, son superiores a los recogidos en el mes de febrero. Es decir, los malos comportamientos de los adolescentes se han agudizado en el confinamiento y se han mantenido en los meses posteriores.
Así, en los meses de julio, agosto y septiembre, los casos de malas contestaciones se situaron en el 53,3%, 23 puntos más que el 30,1% que se contabilizaba antes de la crisis sanitaria.
Lo mismo ocurre con los insultos, que en febrero se producían en el 3,8% de las familias, en el confinamiento un 11,9% y tras el 21 de junio se situó en un 9,7%, casi seis puntos más que cuatro meses antes.
Otro comportamiento que sigue este patrón es la situación de aislamiento. El estudio, ha preguntado a los progenitores si sus hijos suelen meterse en su cuarto, distanciando su comunicación con ellos, antes del confinamiento. Casi uno de cada dos (49,4%) contestó que sí, un porcentaje que aumentó hasta el 79,3% en el estado de alarma y que en el postconfinamiento se situó en el 62,4%.
COMPORTAMIENTOS «DIFÍCILES DE REVERTIR»
«Se trata de caminos que son difíciles de revertir», ha indicado Royo, para señalar que en el caso de las tareas domésticas (poner la mesa, bajar la basura, ordenar su habitación), la línea es la misma.
Según sus padres, un 44% de adolescentes no colaboraban en casa antes de la pandemia, un 47,5% no lo hizo en el confinamiento y un 52% no lo hace ahora.
El investigador ha señalado que es común preguntar a los sanitarios y economistas para que den su punto de vista sobre un posible segundo confinamiento, mientras que no se habla de lo que esta situación puede suponer para las familias y, especialmente, a las que conviven con adolescentes y que «ya lo pasaron mal» en el primer estado de alarma.
En este sentido, ha señalado que, según la encuesta, el 45,2% de los padres «no sabrían dónde pedir ayuda» en caso de necesitar ayuda por violencia filio-parental.
Una situación que preocupa a Royo ya que, el estudio también recoge que un 60% cree que les «sería más difícil» ejercer su autoridad paternal en un segundo confinamiento y, en consecuencia, el clima familiar empeoraría en relación a los meses de marzo a junio.