Los judíos celebran a partir de esta noche del viernes 11 de octubre y hasta la caída de la tarde de mañana sábado el Yom Kipur o Día del Perdón.
«Es la jornada más solemne y sagrada del calendario judío y con ella terminan los diez días de reflexión que comenzaron con Rosh Hashaná (el año nuevo que celebramos el pasado 2 de octubre)», ha señalado la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE) en un comunicado.
Los judías dedican este día al ayuno, la meditación, el arrepentimiento y solicitar el perdón por las faltas cometidas contra Dios, contra ellos mismos y contra el prójimo. Yom Kipur proporciona la oportunidad de alterar la conducta y reajustar los valores.
Desde la víspera de Yom Kipur no se debe realizar ningún trabajo y es obligatorio el ayuno (salvo los niños, las personas enfermas y mujeres embarazadas) que comienza en el ocaso de este viernes y termina al anochecer de mañana sábado.
Prácticamente toda la jornada transcurre en la sinagoga donde los hombres visten el talit, el manto de oración, símbolo de sencillez y pureza. Es el día en que se canta el Col Nidré con el que se solicita la anulación de los votos no cumplidos.
A diferencia del resto de los días del año, en Yom Kipur se recitan cinco plegarias: al comenzar la jornada (esta tarde-noche), dos mañana por la mañana y las otras dos antes del ocaso de mañana. En cada una de ellas se recita el Vidui (confesión) y se implora al Creador que absuelva los pecados y promesas incumplidas.
El rito religioso concluye con el toque del Shofar (el cuerno de carnero) que marca también el fin del ayuno. La primera comida suele ser particularmente alegre.
«Hay un sentimiento de gozo y alivio que viene de haber experimentado una jornada de introspección y oración. Es especialmente apropiado buscar en la sinagoga aquellas personas que están solas e invitarlas a sentarse a nuestra mesa», concluyen los judíos españoles.