Las personas más jóvenes, así como aquellas que se sentían solas antes de la pandemia, mostraron mayor riesgo de sufrir depresión durante el confinamiento, señala un estudio liderado por investigadores del CIBER de Salud Mental (CIBERSAM), del departamento de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), que ha evaluado los factores asociados a la aparición de depresión e ideación suicida durante el confinamiento domiciliario que tuvo lugar durante la primera ola de la pandemia de COVID-19 en España.
El estudio, que ha sido publicado en ‘Epidemiology and Psychiatric Sciences’, analiza los datos de más de 1.000 adultos de las provincias de Madrid y Barcelona. A diferencia de otros trabajos, este utilizó un muestreo representativo de la población y llevó a cabo una entrevista presencial en el hogar de los participantes meses antes del confinamiento. Posteriormente, se realizó una entrevista telefónica entre mayo y junio de 2020.
«La resiliencia y el apoyo social percibido ejercieron un papel protector frente a estos problemas de salud mental. Por otro lado, no se observó un aumento significativo en el porcentaje total de personas con depresión e ideación suicida durante el confinamiento», señala José Luis Ayuso-Mateos, primer firmante del estudio y jefe de grupo del CIBERSAM en la UAM..
En el estudio se recuerda que, estudios anteriores también han encontrado una estabilización o disminución de los problemas de salud mental durante la primera fase de la pandemia, lo que está en línea con nuestra capacidad de adaptación ante eventos vitales estresantes. A pesar de lo anterior, debe tenerse en cuenta que estos resultados hacen referencia a la primera ola de la pandemia y se prevé que el impacto sobre la salud mental pueda aparecer más a largo plazo, especialmente en los grupos más vulnerables.
Según destacan las investigadoras del CIBERSAM Marta Miret y Elvira Lara, «estos hallazgos refuerzan la necesidad de aplicar medidas de prevención e intervención sobre la salud mental durante y después de la pandemia en personas vulnerables, así como de investigar el impacto de las medidas preventivas para evitar el contagio de COVID-19 en la salud mental de la población española en el medio y largo plazo».