Exprimiendo al máximo su paso por España, donde este miércoles 1 de junio ofrecerán un concierto único en el Wanda Metropolitano para conmemorar sus 60 años en el mundo de la música, Mick Jagger, Ronnie Wood y Keith Richards, ‘The Rolling Stones’, están aprovechando cada segundo en la capital para disfrutar de sus tradiciones y lugares más emblemáticos.
En esta ocasión la mítica banda británica se dio cita en uno de los restaurantes de moda de la ciudad para disfrutar de una agradable cena y posterior fiesta flamenca en su honor, en la que contaron con la presencia de algunos de sus familiares con los que han viajado hasta nuestro país.
Con un ambiente de lo más festivo, sus ‘Satánicas Majestades’ también contaron con la presencia de algunos rostros conocidos de la música española como fue el caso del flamenco Israel Fernández. Tras varias horas en el interior los músicos fueron abandonando el restaurante para volver al hotel en el que se hospedan en la capital.
Los primeros en retirarse de la fiesta, con una gran sonrisa tras la fiesta flamenca ofrecida en su honor fueron Keith Richards – con borsalino negro, una cazadora de cuero negra y una actitud de lo más alegre – y su mujer, Patti Hansen, que salieron del restaurante rodeados de un grupo de amigos.
Más tarde, el mismo Mick Jagger se subía rápidamente al coche que le esperaba en la puerta para llevarle de vuelta al hotel en el que se hospedan, regalándonos una sonrisa desde el interior del vehículo a pesar de que su intención era que no le viésemos abandonando la fiesta. También su hija, Georgia May Jagger, estaba entre los invitados al ‘sarao’, pero intentando pasar desapercibida, salía protegida por su enorme guardaespaldas, dejándonos ver tan solo su coleta rubia.
Presumiendo de familia feliz, Ronnie Wood acudió a la cita junto a su mujer Sally Wood y sus dos hijas gemelas de 6 años, Grace y Alice, con las que horas más tarde salieron de la celebración de lo más sonrientes. Mientras el mítico guitarrista llevaba de la mano a una de las pequeñas, la modelo cogía en brazos a la otra, visiblemente cansada tras una noche muy especial.
