Los costes sociales de la siniestralidad vial en España ascendieron a alrededor de 5.400 millones de euros en 2019, antes de que al año siguiente estallara la pandemia de la covid-19, y la accidentalidad creció en peatones, motoristas y ciudades desde 2008 hasta la eclosión de la crisis sanitaria.
Éstas son algunas conclusiones del estudio ‘Siniestralidad vial en España. Análisis de datos y tendencias”, desarrollado por las fundaciones Mutua Madrileña y Gaspar Casal.
El estudio fue presentado este martes en una rueda de prensa en Madrid por Lorenzo Cooklin, director general de la Fundación Mutua Madrileña; Juan del Llano, director de la Fundación Gaspar Casal, y José María Abellán y Fernando Sánchez, autores del trabajo.
En comparación con otra investigación sobre la siniestralidad vial llevada a cabo por la Fundación Gaspar Casal, el estudio aporta como novedad los costes sociales y las pérdidas en materia de salud de los siniestros de tráfico en España.
En cuanto a los costes sociales (pérdida de productividad asociada a cada víctima de tráfico), ascienden a 66.483 millones de euros en el periodo de 12 años analizados, lo que representa un 0,5% del PIB. Esa cifra es de unos 7.800 millones de euros en 2008 y de cerca de 5.400 millones en 2019.
Respecto a las pérdidas de salud, entre 2008 y 2019 se perdieron 875.000 años de vida potenciales por los siniestros viales mortales (1,6 años por cada 1.000 habitantes), aunque se ha producido una reducción del 50% en ese periodo. La mitad se concentra en Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana y Galicia, y el 77% eran hombres, por un 23% de mujeres.
USUARIOS VULNERABLES
Por otro lado, el estudio destaca que tres de cada cuatro muertes en siniestros viales se produjeron en carretera entre 2008 y 2019 en España, aunque la proporción de víctimas en ciudades aumentó un 35,3% en ese periodo.
En consecuencia, el peso de las personas fallecidas en coche bajó de un 48% en 2008 a un 37% en 2019, mientras que subió el de peatones (de un 16% a un 22%) y el de motoristas (de un 16% a un 24%), asociados a nuevos hábitos de movilidad sostenible y al menor desarrollo de elementos de seguridad pasiva (por ejemplo, el airbag) en las motos.
De hecho, los usuarios vulnerables (peatones, ciclistas y motoristas) abarcaron por primera vez en la historia en 2019 más de la mitad de las víctimas mortales de tráfico en España. Además, el número de personas fallecidas en motocicleta creció un 45,3% desde 2014 y estos usuarios concentraron una de cada cuatro víctimas mortales en 2019.
Tres de cada cuatro personas fallecidas en siniestro de tráfico en los 12 años analizados eran hombres (el 76% del total) y todas las franjas de edad, salvo los mayores de 85 años, vieron reducida la mortalidad. La cifra de heridos graves u hospitalizados descendió una media de un 4% cada año.
Madrid y Canarias son las comunidades autónomas con un menor riesgo de muerte por siniestro vial por habitantes, mientras que las tasas más elevadas se registran en Galicia, La Rioja, Navarra y Castilla y León.