El seleccionador español, Luis Enrique, ha reconocido que el valencianista José Gayà tuvo «mala suerte» al tener que abandonar la concentración por su esguince de tobillo por el hecho de que solo había dos laterales izquierdos en el grupo, y ha confesado que si se hubiese lesionado un futbolista de otra demarcación hubiese «esperado», y ha avisado del peligro de Costa Rica, un rival que siempre ha competido «increíblemente bien» en Copa del Mundo y que les pondrá «en dificultades» en el debut de este miércoles en el Mundial.
«Si tuviese que tomar la decisión de corazón y por lo que siento por José Gayà, seguiría aquí, pero tengo que tomar las decisiones con la cabeza. Tanto los doctores como las personas externas a las que yo consulté decían que era una lesión de 10-15 días, es decir, que no estaría de ninguna de las maneras al 100% para los dos primeros partidos. Lamentándolo mucho, tengo que tomar la mejor decisión para el equipo», señaló en rueda de prensa.
En este sentido, explicó que no podía correr riesgos de quedarse sin laterales izquierdos. «Imagínate que hago lo que quieren los de Valencia y lo que se merece José Gayà, que es mantenerlo en la convocatoria, pero Jordi Alba se dobla hoy un tobillo y empezamos los dos primeros partidos del Mundial sin laterales izquierdos. Tengo que anteponer a lo que yo quiero o que me dicta el corazón lo que me dicta la cabeza, que tengo que liderar este grupo y hacer lo mejor para el equipo. Lo mejor para el equipo, sin duda, es convocar a otro jugador y tener dos laterales izquierdos en plenas condiciones para empezar el Mundial», expresó.
Además, el preparador asturiano fue sincero al reconocer que a otro jugador, por su posición en el campo, sí lo hubiese esperado. «Es la única posición en la que no puedo esperar a nadie. Es la única posición en la que no hay nadie que se pueda adaptar a lo que tiene que hacer un lateral izquierdo: que defienda, que pueda hacer de extremo en algunos momentos, que ataque en profundidad, que tenga un perfil ofensivo y defensivo potente… Ha tenido muy mala suerte José Gayà: es la única posición en la que no podemos esperar. Si le llega a pasar a un lateral derecho, a un pivote o a un central, estaría convocado aquí, y aguantaría y esperaría hasta el último partido», confesó.
«Solo tengo dos tíos específicos en esa posición, nadie que pueda adaptar, y lo siento por Gayà, que es un fenómeno, me cae de maravilla y le tengo muchísimo aprecio. Tengo que anteponer lo que debo hacer a mis sentimientos. Ha tenido muy mala suerte; se dobla el tobillo centrando él solo, no lo había visto nunca. Las leyes del universo marcan lo que nos va a pasar a cada uno. Esto que duele tanto ahora a José Gayà, igual en el futuro lo verá como algo no tan negativo y podrá sacar algo positivo de esto», continuó.
También desveló que podrá contar con los resfriados Álvaro Morata y Dani Carvajal. «Mañana estarían todos disponibles para jugar, incluso Guillamón, al que estamos cuidando por un pequeño tema físico; no queremos que toque balón para que se recupera bien. Podrían jugar todos», apuntó.
Tampoco descartó utilizar a Rodrigo como central en algún momento del torneo. «Tenemos bastantes jugadores que pueden actuar en varias posiciones con garantías. Tanto él como Hugo -Guillamón- lo hacen bien; Ayme Laporte ha jugado en cualquiera de las dos posiciones, de central por la izquierda y de central por la derecha, y de lateral. Como entrenador, me gusta mucho tener esas posibilidades. No descarto a lo largo del Mundial utilizar a estos jugadores en cualquiera de las posiciones», afirmó.
«Las dudas que tengo son porque he visto a los jugadores a un nivel de competitividad grande. El hecho de que el jugador sabe que entrenando se puede ganar el puesto hace que el nivel de los entrenamientos sea altísimo. No escojo a los jugadores por lo físico ni por lo táctico, sino por el ‘feeling'», añadió sobre el posible once titular.
En otro orden de cosas, Luis Enrique recalcó que «el objetivo es estar hasta el final» del Mundial. «¿Si podemos jugar siete partidos, por qué vamos a quedarnos con cinco?», dijo, antes de calificarse como el líder de ‘la Roja’. «El líder de cualquier selección ha de ser el entrenador, porque si no los jugadores no se van a fiar de alguien que tenga dudas. Claro que soy el líder de la selección, tengo que decidir quién juega, quién viene convocado, a qué hora viajamos, de qué manera vamos a jugar… Tengo que dar poder a los jugadores para que den su mejor versión en la situación difícil, que es jugar dentro del terreno de juego. Me encuentro anímicamente perfecto, encantado de debutar como seleccionador en un Mundial. Estoy muy tranquilo, mañana intentaremos vivir el debut con muchas ganas de dar una alegría», manifestó.
El técnico español aseguró también que «beneficia» el hecho de «haber estado concentrados tan poco». «Vamos a competir con solo diez días de convivencia, y me parece positivo; cuando uno está dos o tres semanas concentrado acumula demasiada energía, y ahora tenemos la justa. Mañana prepararemos el partido y trataremos de llegar al punto de activación justo», subrayó.
Por otra parte, analizó a la selección de Costa Rica, un rival comandado por un Keylor Navas que «ha jugado en uno de los mejores clubes del mundo» y que destaca por «su rol y su liderazgo». «Conocemos a la selección y las individuales de Costa Rica. Óscar Duarte, Keylor Navas, Joel Campbell, Borges… Son jugadores que tienen experiencia a este nivel. Tienen un seleccionador experto. Van a competir seguro que bien, nos van a meter en muchas complicaciones y vamos a tener que estar muy atentos y muy acertados», indicó.
En otro orden de cosas, Luis Enrique volvió a restar importancia a su ‘lapsus’ al asegurar en un ‘streaming’ que Costa Rica estaba en Sudamérica, y aseguró que en ningún caso fue una señal de menosprecio al país ni a la selección. «Como staff, damos la información a los jugadores el último día de partido. Vamos hablando durante la semana qué cosas creemos que nos vamos a encontrar, pero la charla explícita la damos el día de partido. Vamos entrenando durante toda la semana situaciones del juego que creemos que se van a producir contra Costa Rica. Profundo respecto a todas las selecciones del Mundial, especialmente a las que están en nuestro grupo», expuso.
«Cuando la ubiqué en Sudamérica fue un error, un despiste de atontado. He estado en el país, me encanta la energía y la ‘pura vida’ de la gente de allí. Los que se fijan en ese pequeño error debe ser que nunca se equivocan, pero si tengo que pedir perdón, lo pido. Como sé la energía que tienen los ‘ticos’ sé que no lo tendrán en cuenta. Es un partido muy difícil, es el tercer Mundial de Costa Rica y ha competido increíblemente bien. Tenemos muchas ilusiones y muchas ganas de ganar este primer partido», finalizó.