Madrid se convertirá esta semana en el epicentro de la seguridad y la defensa de la Alianza Atlántica con la celebración de la Cumbre que definirá las líneas de acción de la OTAN para la próxima década, en plena tensión con Rusia tras la invasión de Ucrania y con la vista puesta en las amenazas procedentes del sur.
La Cumbre de la OTAN es la reunión de máximo nivel de la organización militar y reúne a los presidentes y primeros ministros de los 30 aliados, así como de los países socios e invitados de forma extraordinaria. En total serán unos 40 líderes mundiales concentrados en Madrid la próxima semana.
Esto obligará a un dispositivo de seguridad sin precedentes que supondrá el despliegue de unos 10.000 efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, además de la vigilancia del espacio aéreo por parte de las Fuerzas Armadas y la colaboración del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) para evitar cualquier fallo de seguridad.
La Cumbre comenzará de forma oficial el miércoles, pero el martes empieza ya una intensa agenda internacional con la llegada de todos los líderes mundiales y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien tendrá oportunidad de visitar las instalaciones que acogerán la Cumbre en Ifema junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Se trata de un espacio de más de 50.000 metros cuadrados en dos pabellones de Ifema, aunque todo el centro de convenciones permanecerá cerrado por motivos de seguridad. También se cerrará la estación de metro de Feria de Madrid y toda la capital sufrirá importantes restricciones a la movilidad. Esto ha llevado tanto al Gobierno como al Ayuntamiento de Madrid a pedir a los ciudadanos que reduzcan al máximo su movilidad y opten por el teletrabajo en la medida de lo posible.
También el martes aterrizará en la base aérea de Torrejón de Ardoz el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien se reunirá con Sánchez en el Palacio de la Moncloa a primera hora de la tarde en su primer encuentro bilateral desde que llegó a la Casa Blanca. El mandatario estadounidense se dirigirá a continuación al Palacio de la Zarzuela para mantener un encuentro con el Rey Felipe VI.
Ese mismo día, Sánchez mantendrá también reuniones bilaterales en La Moncloa con el primer ministro de Australia, Anthony Albanese; con la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern; y con la primera ministra de Islandia, Katrin Jakobsdottir. El jueves, una vez finalizada la Cumbre, tendrá lugar una reunión y almuerzo con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
Desde Moncloa justifican que estos encuentros bilaterales se han programado por el hecho de que se trata de países con cuyos líderes es más difícil coincidir en foros internacionales o que, como en el caso de Australia o Nueva Zelanda, es más complicado visitar. En cualquier caso, también habrá reuniones más cortas e informales en los márgenes de celebración de la Cumbre.
La jornada del martes finalizará con una cena ofrecida por los Reyes en el Palacio Real, a la que asistirán todas las delegaciones cuya participación está prevista en la Cumbre. En paralelo, los ministros de Asuntos Exteriores y Defensa compartirán una cena en el Palacio de Santa Cruz.
UCRANIA EN LA CUMBRE
La Cumbre se iniciará oficialmente el miércoles con una foto de familia y una primera sesión de trabajo dedicada a la guerra de Ucrania en la que su presidente, Volodímir Zelensky, participará por videoconferencia.
También será la ocasión en la que los aliados cierren la redacción del Concepto Estratégico, el documento que recoge las directrices y líneas de acción de la OTAN para los próximos años y que incorporará novedades como la consideración de Rusia o la citación de China por primera vez.
Además, España ha hecho mucho hincapié durante los últimos meses en la necesidad de que la Alianza tenga en cuenta las amenazas procedentes de su flanco sur, un aspecto que finalmente quedará reflejado en el Concepto Estratégico, según aseguran fuentes gubernamentales.
Tras el almuerzo llegará el turno de una sesión bajo el título de ‘Retos globales’ en la que se dará cabida a los socios de la Alianza, como Suecia y Finlandia si su adhesión a la OTAN no se ha resuelto antes de la Cumbre, Georgia y Australia, Nueva Zelanda, Japón y Corea.
La jornada finalizará con una cena euroatlántica organizada por Presidencia del Gobierno que tendrá lugar en el Museo del Prado y con la que el Ejecutivo quiere ahondar en el mensaje de «colaboración y complementariedad» entre la OTAN y la Unión Europea. A ella están invitados todos aliados, los estados miembros de la UE que no forman parte de la OTAN (Suecia, Finlandia, Austria, Irlanda Malta y Chipre) y las instituciones de ambas organizaciones.
«VECINDAD SUR»
El jueves, la Cumbre centrará la discusión en ‘la vecindad sur’. El Gobierno ha hecho especial esfuerzo en este debate sobre las amenazas procedentes de África, tanto por la presencia de Rusia en países como República Centroafricana o Malí como por la inestabilidad y terrorismo en la zona del Sahel.
En su argumentario, el Ejecutivo ha recalcado en todo momento que es plenamente consciente de la amenaza que plantea Rusia al llamado flanco este y por tanto es solidario con estos países, como lo demuestra su participación en las misiones de la OTAN en esta zona. Pero subraya la necesidad de tener protegida también la frontera sur por si ocurriera allí algún incidente.
Lo que no se plantea es reivindicar la modificación del Tratado de Washington para incluir expresamente la protección de Ceuta y Melilla por parte de la OTAN, como reclaman algunos partidos. El Gobierno sostiene que las ciudades autónomas ya están protegidas como parte de España y no necesitan ningún estatus especial.
El nuevo Concepto Estratégico también pondrá por primera vez la mirada en China. La OTAN nació en 1949 como contrapeso a la Unión Soviética, pero con el tiempo la Alianza ha ampliado su foco en lo que a amenazas se refiere para incluir otras nuevas. China ha estado durante décadas lejos del radar de los aliados, al no constituir una amenaza militar directa, pero ahora por primera vez se espera que se la incluya en el documento que saldrá de la cumbre de Madrid.