Madrid reduce su contaminación lumínica aunque necesita mejorar la calidad del cielo

Alvaro San Román

El análisis de los datos del Observatorio astronómico de la Universidad Complutense de Madrid (Observatorio UCM) ha demostrado que el cambio del alumbrado público que tuvo lugar en Madrid capital en el año 2014 ha producido una significativa disminución de la contaminación lumínica, aunque todavía necesita mejorar la calidad del cielo.

En un artículo publicado en la revista ‘Remote Sensing’ los investigadores de la Universidad Complutense y de la University of Exeter han mostrado cómo la reducción de la potencia instalada en luminarias tuvo como efecto medible una disminución en el brillo de cielo nocturno, lo que revela una mejora ambiental, según recoge la UCM en un comunicado.

Tanto la Agrupación Astronómica de Madrid (AAM) como el Grupo de Protección del Cielo (GPC) han propuesto modificaciones en el alumbrado público y ornamental de Madrid, en particular, un cambio de potencia de las luminarias de sodio de alta presión (HPS) para combatir el aumento de la contaminación lumínica de Madrid.

El cambio en el alumbrado de Madrid se viene produciendo de forma paulatina desde el año 2010 y ya en 2014 se cambiaron el 66% de las lámparas de las farolas de sodio (HPS) a otras similares de menor potencia. Además de esta reducción de potencia, se cambiaron la tercera parte de las luminarias, pasando de sodio HPS a LED.

Según el profesor Gallego «hubiera sido mejor instalar nuevas lámparas LED con menor componente de emisión en la zona azul del espectro para favorecer la reducción de la contaminación lumínica, pero la reducción de potencia del resto de luminarias superó con creces el impacto de la luz azul emitida por la fracción de lámparas nuevas».

De esta forma, desde 2015 la calidad del cielo nocturno de Madrid ha ido deteriorándose porque presenta «un serio problema de envejecimiento en algunos de los sensores que se usaban tradicionalmente para la medida de la evolución de la contaminación lumínica, lo que puede llevar a conclusiones erróneas a estaciones de medición sin la apropiada instrumentación», han precisado.

Por el contrario, el instrumento TESS-W, desarrollado por los investigadores de la Complutense dentro del proyecto europeo STARS4ALL, no ha presentado este tipo de problemas hasta el momento.

Este estudio es el primero de este tipo que se realiza en el mundo, ya que el Observatorio UCM dispone de una colección de sensores con instrumentación única, que monitorizan los cielos de la ciudad desde un tiempo mayor que ninguna otra estación de medición de contaminación lumínica, según han asegurado, por lo que Madrid es «la primera ciudad del mundo que dispone de un análisis de este tipo».

Los resultados de esta investigación están siendo validados por observaciones de satélite, con imágenes tomadas desde la Estación Espacial Internacional, en colaboración con investigadores de la Universidad de Exeter.

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