El presidente de la Junta de Castilla y León, el ‘popular’ Alfonso Fernández Mañueco, ha rechazado este lunes la posibilidad de cesar al vicepresidente de su Gobierno, Juan García-Gallardo, tras la polémica suscitada por las medidas ‘provida’, como tildó el de Vox. «No. No, no, no, ese es un debate que, en estos momentos, ahora, no está en mi cabeza», ha precisado para responder en una entrevista en ‘Herrera en Cope’ recogida por Europa Press: «Ni ha estado».
Dicho esto, Fernández Mañueco ha realizado «autocrítica» sobre la manera de comunicar y de explicar unas «medidas sanitarias» –ha apostillado– que «se han podido explicar mejor» y que buscaban mejorar las prestaciones que se ofrecen a las mujeres embarazadas y fomentar la natalidad y el apoyo a las familias en la Comunidad Autónoma, ante lo que ha anunciado la presentación en los próximos días del ‘bono nacimiento’, una ayuda directa a quienes tengan un hijo este año.
«Es evidente que todos tenemos que hacer autocrítica para trasladar mejor la gestión de Gobierno de la vida cotidiana de Castilla y León», ha aseverado el presidente de la Junta que ha considerado que la polémica fue «corregida» en la misma tarde del jueves 12, en la jornada del viernes y en el posterior Consejo de Gobierno del día 19 y ha recordado que en la nota de prensa de la Junta no se hablaba «en ningún momento» de medidas «provida» ni de aborto.
Fernández Mañueco ha aprovechado la ocasión para reprochar una vez más la «excesiva sobreactuación» del Gobierno de la nación sobre un asunto que, según ha criticado, se ha querido utilizar como «arma electoral» a través de «toda una maquinaria mediática» y se ha reafirmado en que no ha habido ningún protocolo y en que no había ni hay ninguna intención de tocar el protocolo de las mujeres embarazadas que quieran abortar y sobre lo que ha oído «de todo», ha lamentado.
«No lo ha sido ni lo va a ser obligar ni a los profesionales ni a las mujeres a nada», ha continuado el jefe del Ejecutivo autonómico que ha insistido en sus críticas por la actitud del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al que ve «capaz de cualquier cosa» –ha hablado en concreto de inventar y de mentir– para «retorcer la realidad», con la renuncia a presentar el requerimiento como una «prueba palmaria» de una «sangrante» presión a la Junta de Castilla y León que, según ha reivindicado, ha sido y es «leal y comprometida» con España, a diferencia de otros gobiernos «profundamente inconstitucionales».
INTENCIÓN DE AGOTAR EL MANDATO
Por otro lado y en esta entrevista en ‘Herrera en Cope’, el presidente de la Junta ha descartado convocar elecciones anticipadas en Castilla y León el 28 de mayo y ha afirmado que su intención es «agotar el mandato» si bien ha admitido a renglón seguido que absolutamente en la vida no hay nada.
Fernández Mañueco ha abogado por analizar las circunstancias «en cada momento» y ha recordado que en diciembre de 2021 tuvo que adelantar las elecciones por el «interés general» de la Comunidad Autónoma y tras una moción de censura presentada «por órdenes de Sánchez», que ha tildado de «ilegítima», y apoyada por «tránsfugas» de Ciudadanos que, según ha asegurado, se han fotografiado este sábado en Valladolid con el socialista.
«Yo no considero que, en estos momentos, se den las circunstancias para convocar elecciones en la Comunidad Autónoma. Se tienen que analizar las circunstancias en cada momento (…) Si no se producen circunstancias extraordinariamente graves que afecten al interés general, yo no convocaré elecciones anticipadas», ha añadido.
El presidente castellano y leonés, que ganó las elecciones adelantadas de febrero de 2022 pero no las de mayo de 2019, se ha mostrado partidario y «firmemente convencido» de dejar gobernar a quien saque más votos, como ha pedido el líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, una premisa a la que, según ha exigido también, se deberían comprometer todas las fuerzas políticas, y ha recordado, a modo de ejemplo, que el alcalde de Valladolid, el socialista Óscar Puente, no se habría hecho con el bastón de mando hace ocho años.
Y ha reconocido también que lo mejor para un partido político es «un gobierno en solitario», una realidad que no permitieron los dos últimos resultados electorales en Castilla y León y que obligaron al PP a buscar socios de gobierno, Ciudadanos en 2019 y Vox en 2022. «Había otras soluciones pero el Partido Socialista no quiso ni siquiera planteárselo», ha añadido en esa reflexión en la que ha reconocido la victoria electoral mayoritaria de Juanma Moreno en junio para afirmar: «Es el camino que todos debemos seguir».
En clave de partido, Fernández Mañueco ha reivindicado el camino trazado y los «pasos adecuados» que está dando Alberto Núñez Feijóo junto a un equipo «sólido, solvente y experimentado» al que se han incorporado personas que habían dejado la primera línea política –en alusión a Borja Sémper–.
En este punto, ha abogado por seguir en esa línea de «abrir las manos» a antiguos votantes del PP, un partido que, según ha asegurado, ha demostrado su capacidad de estar «a la altura de las circunstancias» y de dar solución a los problemas reales de los españoles.
