Las autoridades marroquíes impidieron este martes el paso a su territorio desde Melilla a los eurodiputados españoles Miguel Urbán y Pernando Barrena, integrantes de una delegación del grupo parlamentario La Izquierda, que se encuentra en la ciudad autónoma investigando el mortal salto a la valla del pasado 24 de junio.
Según ha denunciado en su Twitter Urbán, eurodiputado de Anticapitalistas, la Policía marroquí impidió que él, Barrena (EH Bildu) y la alemana Cornelia Ernst (Die Linke) cruzaran el paso fronterizo para dirigirse a la ciudad de Nador.
En un comunicado, ha precisado que les negaron el acceso «antes incluso de que pudiéramos entregar nuestros pasaportes y sin ningún tipo de explicación por su parte». Junto a los tres eurodiputados viajan representantes de varias ONG europeas y abogados, hasta un total de 16 personas.
El eurodiputado ha sostenido que «algo tienen que esconder» tanto las autoridades marroquíes como el Gobierno español en relación con los «asesinatos» de los inmigrantes ocurridos ese día –una treintena según las autoridades–, afeando la negativa del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a comparecer ante la Eurocámara y también su rechazo a una comisión de investigación. «Lo que quieren esconder son los asesinatos de más de 40 personas en las fronteras europeas», ha añadido.
Urbán ha defendido que «tanto el Parlamento Europeo, como el Gobierno español deberían decir algo al respecto, además de facilitar la comparecencia» de Marlaska en la Eurocámara, solicitada en julio desde la Comisión de Libertades, Justicia e Interior «para conocer qué sucedió ese día en la valla de Melilla, quiénes fueron los responsables y quién o quiénes dieron las órdenes».
La delegación inició su misión el lunes en Melilla, donde se han reunido con organizaciones civiles como CEAR y han visitado el CETI. Estaba prevista la visita a la ciudad de Nador y a su hospital, donde se atendió a algunos de los migrantes heridos en los sucesos del 24 de junio.
Asimismo, tenían intención de desplazarse a Rabat para una reunión con la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), una de las principales denunciantes de lo sucedido, así como un encuentro con periodistas en Casablanca y encuentros con varios de los supervivientes.