Más de 1.000 pájaros resultaron muertos o heridos de gravedad en solo un día tras estrellarse contra las ventanas de varios rascacielos de la ciudad estadounidense de Filadelfia .
«Ha sido algo catastrófico», manifestaron las autoridades de la ciudad el pasado viernes. Las malas condiciones climatológicas, que coincidieron con la época de migración de las aves, asestaron un golpe mortal a la naturaleza en el centro de la ciudad, informó el Philadelphia Inquirer.
«Cientos de aves cayeron desde el cielo. No sabíamos qué estaba ocurriendo», comentó Stephen Maciejewski, un voluntario de Audubon Pennsylvania, una ONG de la ciudad.
«La última vez que ocurrió algo parecido fue en 1948», matizó. Se estima que entre 1000 y 1500 aves pudieron perder la vida el fatídico día. Maciejewski aseguró que en tan solo 3 horas recogió 400 cadáveres. Tres días después de la masacre, solo encontró 32 aves muertas.