Más de 100.000 niños de todo el mundo murieron por un virus respiratorio en 2019

Redacción

La infección aguda de las vías respiratorias inferiores atribuible al virus respiratorio sincitial fue responsable de más de 100.000 muertes de niños menores de cinco años en todo el mundo en 2019, de los cuales más de 45.000 eran bebés con menos de seis meses de vida, grupo de edad que registró uno de cada cinco casos de esa enfermedad.

Así se recoge en un estudio realizado por un equipo internacional de cerca de medio centenar de investigadores pertenecientes a instituciones de casi 30 países, entre ellos España, y publicado este viernes en la revista ‘The Lancet’.

Este hallazgo es consistente con las estimaciones anteriores de un estudio de 2015, que situó el número de casos anuales de virus respiratorio sincitial en 33,1 millones de niños de hasta cinco años, de los que alrededor de 118.200 perdieron la vida.

“El virus respiratorio sincitial es la causa predominante de infección aguda de las vías respiratorias inferiores en niños pequeños y nuestras estimaciones actualizadas revelan que los niños de seis meses y menores son particularmente vulnerables, especialmente con casos que aumentan a medida que las restricciones de covid-19 se están relajando en todo el mundo y la mayoría de los niños pequeños nacidos en los últimos dos años nunca ha estado expuesto al virus (y, por lo tanto, no tiene inmunidad contra este virus)”, indica Harish Nair, de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido).

Nair resalta la necesidad de desarrollar vacunas y estrategias efectivas contra ese virus que prioricen a los grupos más vulnerables, como niños menores de seis meses a través de la inmunización pasiva, esto es, la vacunación durante el embarazo.

Los cálculos actualizados para 2019 incluyen datos de modelos de más de 100 estudios nuevos, lo que permite a los investigadores ofrecer estimaciones para grupos de edad más reducidos de 28 días a seis meses, que es el rango con la mayor tasa de mortalidad por el virus y de mortalidad comunitaria, es decir, muertes que no ocurrieron en un hospital.

33 MILLONES

Así, en 2019 hubo 33 millones de episodios de infección aguda de las vías respiratorias inferiores asociados al virus en niños menores de cinco años en todo el mundo, lo que causó 3,6 millones de ingresos hospitalarios, 26.300 muertes en hospital y 101.400 fallecimientos atribuibles al virus en general, incluidos los comunitarios. Esto representa una víctima mortal de cada 50 muertes anuales por cualquier causa en ese rango de edad.

Para los niños menores de seis meses, hubo 6,6 millones de episodios de infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores asociadas al virus en todo el mundo en 2019, así como 1,4 millones de ingresos hospitalarios, 13.300 muertes en hospital y 45.700 decesos en general atribuibles al virus respiratorio sincitial en este rango de edad, lo que representa una de cada 28 muertes anuales por cualquier causa.

Según las estimaciones de las tasas de mortalidad intrahospitalaria frente a las generales por el virus respiratorio sincitial, un 26% de las muertes asociadas a ese virus se produce en un hospital. Esto es particularmente evidente en los países de ingresos bajos y medianos, donde la tasa de mortalidad hospitalaria de niños menores de cinco años es de un 1,4%, en comparación con un 0,1 % en los países de ingresos altos. En general, el 97% de las muertes por virus respiratorio sincitial en niños menores de cinco años ocurrieron en países de bajos y medianos ingresos.

“Nuestro estudio estima que las tres cuartas partes de las muertes por virus respiratorio sincitial ocurren fuera de un entorno hospitalario. Esta brecha es aún mayor en los países de bajos y medianos ingresos, especialmente en los niños menores de seis meses, donde más del 80% de las muertes ocurren en la comunidad”, apunta Xin Wang, de la Universidad Médica de Najing (China) y la Universidad de Edimburgo.

Wang añade que “esto refleja el hecho de que el acceso y la disponibilidad de atención hospitalaria aún son limitados en estas regiones”. “La identificación temprana de los casos en la comunidad y la derivación para el ingreso hospitalario de los niños enfermos (particularmente aquellos con baja saturación de oxígeno en la sangre periférica) y los programas universales de inmunización efectivos y asequibles serán vitales en el futuro”, apunta.

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