Más de 50 localidades de España se unen a la campaña por el Día Mundial del Comercio Justo

Redacción

Más de 50 localidades de España se unen a la campaña por el Día Mundial del Comercio Justo, que se celebra este sábado 13 de mayo para alertar ante la condiciones abusivas de trabajo, la explotación infantil o la destrucción de bosques que se esconden detrás de productos cotidianos como el café, el cacao, el azúcar, el té o la ropa.

La iniciativa, impulsada por la Coordinadora Estatal de Comercio Justo (CECJ) bajo el lema ‘Le sienta bien a todo al mundo’, invita a la ciudadanía a probar sus productos en las más 60 tiendas y en los actos de calle convocados.

En concreto, la pobreza, las condiciones de trabajo abusivas, los precios muy por debajo de costes que dejan salarios alejados del mínimo legal, la explotación laboral infantil o la degradación del medio ambiente son algunas de las problemáticas que se esconden detrás del café, té, azúcar, chocolate o ropa y que, productos que generan ingresos millonarios y cuya producción se desarrolla principalmente en países de América Latina, Asia o África.

En este sentido, la CECJ recuerda que el café es un producto que genera cerca de 200.000 millones de dólares al año, en Uganda (África), y que los campesinos y las campesinas reciben el 6% del precio final del producto, mientras que la empresa multinacional recibe el 50%.

De la misma manera, para el cacao que se produce en Ghana y Costa de Marfil, las familias cacaocultoras –donde más de 1,5 de menores trabajan haciendo tareas peligrosas como manipular químicos o usar machetes– reciben un 40% menos del precio que deberían cobrar para poder cubrir costes y tener una vida digna.

Por otra parte, han asegurado que la recogida de caña de azúcar (también conocida como la «planta de la miseria») o del té esconde situaciones de semiesclavitud heredadas de los periodos coloniales. Así, han destacado que en el caso del corte de caña, el trabajo mayoritariamente se realiza de forma manual dado que la mano de obra resulta tan barata que a las empresas no les compensa invertir en mecanización.

Además, han añadido que este trabajo se suele realizar a pleno sol, con altas temperaturas, pocos descansos y escasa agua potable, por lo que en Centroamérica, 6 de cada 10 jornaleros de caña de azúcar han sufrido enfermedades debido al calor durante la jornada laboral.

Respecto a las plantaciones de té, han expuesto que la mayoría de sus trabajadores y trabajadoras descienden de familias campesinas pobres que fueron reclutadas como esclavas hace más de 150 años. En este sentido, han afirmado que el salario medio en las principales regiones productoras de India es de menos de la mitad del salario mínimo de un trabajador agrícola no cualificado.

En cuanto a la industria textil, han señalado que además de ser la segunda más contaminante tras el petróleo, también consolida la pobreza, ya que el 75% de la mano de obra está en países asiáticos. Asimismo, han detallado que en la actualidad, los salarios mínimos vigentes en ellos en este sector no son «suficientes» para cubrir las necesidades humanas básicas.

Ante estas situaciones, han destacado que en España en el último año las ventas de Comercio Justo no han dejado de crecer –desde el año 2000 (el primero del que hay datos)– y que han alcanzado una facturación de más de 144 millones de euros, en su mayoría gracias a los productos de alimentación. El textil en el último año aumentó su facturación en 1 millón de euros.

Por otro lado, ante las elecciones municipales y autonómicas del próximo 28 de mayo, las organizaciones de Comercio Justo están realizando una campaña dirigida a los partidos políticos, en la que piden compromisos para actuar desde lo local ante los retos globales como el cambio climático o la lucha contra la pobreza y las desigualdades.

Las medidas que plantean se centran, por un lado, en potenciar el Comercio Justo, y por otro, en favorecer el consumo responsable y la concienciación de la ciudadanía. Además solicitan que en las compras y contratos de las administraciones se prioricen los productos que tengan un impacto social y ambiental positivo y que su elaboración no haya vulnerado
derechos esenciales.

INGRESOS DIGNOS PARA LOS PRODUCTORES

En el marco del Día Mundial del Comercio Justo, se ha dado a conocer un nuevo análisis de Oxfam Intermón que revela que, a pesar de los beneficios obtenidos por las mayores empresas de la industria chocolatera, estas no pagan los precios que permitan asegurar ingresos dignos a los productores.

Así, una encuesta realizada por Oxfam Intermón a más de 400 productores de cacao que abastecen a grandes empresas de la industria del chocolate en Ghana ha revelado que sus ingresos netos han disminuido un promedio de casi un 16% desde 2020, llegando en el caso de las mujeres hasta casi un 22%. Además, nueve de cada diez aseguraron que su situación se ha deteriorado desde el comienzo de la pandemia.

Ghana produce alrededor del 15% del total de granos de cacao a nivel mundial pero recibe un 1,5% aproximadamente (cerca de 2.000 millones de dólares) del beneficio anual estimado de la industria chocolatera, que se sitúa en 130.000 millones de dólares. Alrededor del 60% del cacao mundial se exporta a Europa.

«El cacao certificado de Comercio Justo sí asegura un precio mínimo suficiente para llegar a unos ingresos dignos, aunque el precio de mercado se hunda, que se paga directamente a las cooperativas, sin más intermediarios. Se refuerza además con una prima social de 240 dólares por tonelada (frente a los 30 o 40 que pagan las grandes empresas) y asegura otros principios como la no utilización de mano de obra infantil», destaca el responsable de Comercio Justo de Oxfam Intermón, Juanjo Martínez.

«Los gobiernos de Ghana o de Costa de Marfil han marcado unos precios mínimos, pero se refieren a la exportación, por lo que no va directamente ligado con lo que se les paga a los productores. Las grandes empresas del chocolate deben garantizar ingresos dignos para los productores, punto», reclama.

Por su parte, la Fundación Comercio para el Desarrollo (COPADE) indica que más de 145 países en todo el mundo ya comercializan productos provenientes de este modelo de comercio, con cerca de 2,5 millones de productores dedicados, entre otros sectores, a la agricultura o artesanía que trabajan dentro de la red WFTO (Organización Mundial del Comercio Justo, por sus siglas en inglés), de los cuales el 74% son mujeres.

Entre los múltiples proyectos que lleva a cabo la Fundación COPADE, está la iniciativa ‘Madera Justa’, una certificación que contribuye a la reducción de la pobreza y al desarrollo sostenible de las comunidades madereras, creando oportunidades de desarrollo económico y social para todos los pequeños productores que se encuentren en dificultades económicas o desfavorecedoras a través de facilitar el acceso al mercado y obtener una remuneración justa por sus productos a través de los canales del Comercio Justo.

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