Meta ha reiterado que en sus planes no se encuentra el cierre de servicios como Facebook o Instagram en el mercado europeo, pero ha llamado la atención sobre el papel que la transferencia de datos entre la Unión Europa (UE) y Estados Unidos (EEUU) tiene para empresas de ambos lados del Atlántico.
La compañía tecnológica advirtió hace unos días en un informe presentado a la Comisión de Seguridad e Intercambios de Estados Unidos, que no podría seguir ofreciendo servicios como sus redes sociales en la Unión Europea si las normativas comunitarias siguen sin permitirle en el futuro transferir datos de sus usuarios europeos a Estados Unidos.
Esta posible situación a nivel mediático se entendió como una amenaza, algo que ya negó el lunes un portavoz de la empresa en declaraciones a Europa Press. «No tenemos absolutamente ningún deseo ni planes de retirarnos de Europa», aseguró.
La compañía, no obstante, mantuvo el énfasis en la necesidad de la transferencia de datos para operar servicios globales, e insistió en que ha seguido hasta ahora las normativas europeas y que se ha basado en cláusulas contractuales estándar para la protección de los datos de sus usuarios de la UE.
Meta también señaló a través de su portavoz que «las empresas necesitan reglas globales claras para proteger los flujos de datos transatlánticos a largo plazo». Esta idea es la que repite ahora en el blog oficial el vicepresidente de Política Pública en Europa, Markus Reinisch.
Este directivo ha vuelto a negar la intención de la compañía de cerrar sus servicios en Europa. «Como todas las empresas que cotizan en bolsa, estamos obligados por ley a revelar los riesgos materiales a nuestros inversores. La semana pasada, como lo hicimos en nuestros cuatro trimestres financieros anteriores, revelamos que la continua incertidumbre sobre los mecanismos de transferencia de datos entre la UE y los EEUU representa una amenaza para nuestra capacidad de servir a los consumidores europeos y operar nuestro negocio en Europa».
Reinisch afirma que «las transferencias internacionales de datos sustentan la economía global y respaldan muchos de los servicios que son fundamentales para nuestra vida diaria». Pero ha referido los cambios legales que han ocurrido en los últimos años, que han hecho que estas transferencias se enfrenten a «graves perturbaciones».
Así, el directivo ha señalado que el ‘Acuerdo de puerto seguro’ fue anulado por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en 2015, y el verano pasado, el ‘Escudo de privacidad’, que fue utilizado por más de 5.000 empresas en ambos lados del Atlántico, también fue invalidado por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
«Estas decisiones se han tomado en base a un conflicto entre las leyes de la UE y EEUU sobre la protección de datos. Queremos ver protegidos los derechos fundamentales de los usuarios de la UE, y queremos que Internet siga funcionando como se pretendía: sin fricciones, de conformidad con las leyes aplicables, pero sin estar limitado por las fronteras nacionales», asevera Reinisch.