Meta, empresa propietaria de Facebook, WhatsApp e Instagram, ha pagado durante años a la empresa de recopilación de datos Bright Data a cambio de sus servicios de raspado de web, mientras condenaba públicamente esta práctica y demandaba a otras empresas que extraían datos de sus propias plataformas y redes sociales.
El raspado de web o ‘web scraping’ es una técnica que utiliza programas de ‘software’ para extraer información de sitios web, normalmente, simulando la navegación de un humano en Internet. Esta actividad puede ser autorizada o no y puede conllevar un riesgo para la privacidad de los usuarios cuando se recopila información personal.
La empresa liderada por Mark Zuckerberg ha denunciado esta actividad e implementado medidas para combatir el raspado, tal y como explica en un comunicado en su web. De hecho, califica la automatización para obtener datos sin permiso como una violación de sus términos.
En el mes de enero de este año, Meta continuó haciendo frente al raspado web y anunció que iniciaba acciones legales en Estados Unidos para prohibir a la empresa Voyager Labs en Facebook e Instagram porque estaban «creando cuentas falsas y recopilando datos de usuarios».
En este marco, según unos documentos legales a los que ha tenido acceso Bloomberg, Meta tuvo contratos «durante años» con la empresa Bright Data, que le ofrecía servicios como el raspado de información de perfil. También obtenía información de los ‘me gusta’, seguidores, publicaciones y comentarios de plataformas de las redes sociales TikTok y Twitter, y de sitios de comercio electrónico como Amazon, eBay y Walmart.
Dichos documentos pertenecen a una demanda que Meta interpuso contra la propia empresa Bright Data por recopilar información de Facebook e Instagram y venderla posteriormente. Así, a través de la correspondencia por correo electrónico de ambas empresas se ha podido confirmar que Meta también contrató sus servicios, según ha explicado Bloomberg.
Por su parte, el portavoz de Meta, Andy Stone, confirmó en una entrevista con Bloomberg que el gigante de las redes sociales sí que había pagado a Bright Data, pero únicamente para «extraer datos de sitios de comercio electrónico». Sin embargo, no ofreció información sobre qué sitios escogió para extraer la información.
Además, según Stone, también contrataron los servicios de Bright Data para encontrar «sitios web dañinos» y «operaciones de phishing». No obstante, el portavoz subrayó que Meta no utilizó Bright Data para raspar sitios web de empresas rivales. Asimismo, insistió en que la recopilación de datos de los sitios web «puede servir a la integridad legítima y a fines comerciales, si se realiza de manera legal y de acuerdo con los términos de esos sitios web».
En este sentido, tras conocer que Bright Data estaba violando los términos de Meta al recabar datos de Facebook e Instagram, la compañía estadounidense cesó los contratos con dicha empresa.
Así, la compañía matriz de Instagram presentó la demanda el 6 de enero. Entre los documentos presentados, se encuentran correos electrónicos del director ejecutivo de Bright Data, Or Lenchener en los que se detalla información como que Meta ha sido durante mucho tiempo «un cliente valioso» de sus servicios de proxy y ‘scraping’ «durante al menos los últimos seis años», tal y como ha detallado Bloomberg.
Finalmente, Bright Data ha presentado una contrademanda en la que solicita poder continuar con la extracción de datos de Facebook e Instagram ya que destaca su cumplimiento con las regulaciones de la Unión Europea y Estados Unidos. Según ha explicado, solo recopila información pública que no esté protegida por el inicio de sesión.