Decenas de miles de personas –25.000 según Delegación del Gobierno y más de 100.000 según los organizadores— han salido este domingo 26 de junio a las calles de Madrid para participar en la manifestación contra la reforma de la ley del aborto, la ley de eutanasia y contra el proyecto «de naturaleza totalitaria» del Gobierno de Pedro Sánchez.
La marcha, convocada por más de 200 organizaciones de la sociedad civil encabezadas por NEOS –la alternativa cultural basada en fundamentos cristianos, impulsada por el exministro de Interior Jaime Mayor Oreja–, la Asamblea por la Vida, la Libertad y la Dignidad y la Plataforma Cada Vida Importa, ha arrancado a las 12:00 horas de la Glorieta de Bilbao, en Madrid, y ha finalizado sobre las 14:00 horas en la Plaza de Colón.
Tras una pancarta con el lema ‘¡Nos jugamos la vida! ¡Basta ya de leyes contra la verdad y la naturaleza humana!’, los asistentes han avanzado al ritmo de canciones, coreando «sí a la vida, no al aborto» y portando carteles con lemas como ‘matar no es un derecho’ o ‘el aborto es asesinato’. También ha habido un momento de aplausos para los médicos que se niegan a practicar abortos.
Entre los asistentes a la manifestación se encontraban el líder de VOX, Santiago Abascal, entre otros miembros de su partido, como Iván Espinosa de los Monteros, Rocío Monasterio o Jorge Buxadé. Además, han participado miles de familias, niños y mayores, decenas de sacerdotes y religiosas y el obispo emérito de El Callao (Perú), el español José Luis del Palacio.
Desde la cabecera de la manifestación, Jaime Mayor Oreja ha explicado que han salido a la calle este domingo para decir «basta ya a tantas leyes que destruyen la naturaleza humana». Además, ha subrayado que «la cultura de la vida está más viva que nunca», coincidiendo con «la sentencia del Tribunal Supremo de EEUU, que es un elemento de esperanza».
Para la presidenta de la Fundación Villacisneros y miembro de NEOS, María San Gil, esta manifestación «no puede ser más oportuna y más necesaria». «La sentencia del Tribunal Supremo de EEUU es una puerta de esperanza a que esto también se haga en España», ha subrayado.
DIRIGENTES DE VOX EN LA MARCHA
Entre los dirigentes políticos que han participado en la marcha destaca el líder de VOX, Santiago Abascal, que se ha sumado «como uno más» para «estar con la sociedad defendiendo a aquellos a los que nadie defiende» y «frente a un Gobierno que apuesta por la cultura de la muerte».
«Me parece importante siempre apoyar las causas de los más débiles y apoyar el derecho a la vida, frente a un Gobierno que apuesta por la cultura de la muerte en todos los aspectos. Yo prefiero estar con la sociedad como uno más defendiendo a aquellos a los que nadie defiende en estos momentos», ha señalado Abascal en declaraciones a Europa Press, mientras participaba en la marcha, haciéndose fotos con los asistentes, que se han puesto a gritarle «presidente, presidente».
En la misma línea, el portavoz de VOX en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, ha explicado que participa en la marcha para «defender el derecho a la vida» frente a «los 100.000 abortos en los que el Estado gasta cada año más dinero»; y para protestar «contra todas las leyes ideológicas de una izquierda cada vez más desnortada».
Respecto a la sentencia del Supremo de EEUU, Espinosa de los Monteros ha precisado que «muy poca gente la ha entendido en España» y ha puntualizado que «tiene una implicación muy clara: que el aborto podrá ser legal o ilegal, pero en ningún caso es un derecho constitucional».
UN OBISPO EMÉRITO ESPAÑOL
En el ámbito religioso, aunque no se han visto caras conocidas de la Conferencia Episcopal Española, sí han participado decenas de sacerdotes, religiosas y algún prelado como el obispo emérito de El Callao (Perú), el misionero español José Luis del Palacio. El obispo ha opinado, en declaraciones a Europa Press, que lo que está ocurriendo en España con el aborto es «un escándalo» y ha aseverado que «el mejor ministerio que hay es la familia» para transmitir los «valores» a los «jóvenes».
Entre las familias, se encontraban María y Nacho, un matrimonio joven y su hija de 7 meses, Almudena, para la que ya es su segunda manifestación por la vida a pesar de su corta edad. La pareja, que también iba acompañada de la abuela de la pequeña, ha salido a la calle porque defienden «la vida desde la concepción».
También se encontraba entre los asistentes Teresa, de 55 años, que ha participado en la marcha con sus amigas porque considera que la reforma del aborto es «una barbaridad». Para ella, ni una menor ni una mujer adulta tendría que enfrentarse a esta situación y apuesta por una ley que despenalice el aborto «solo en casos extremos de absoluta necesidad y justificados», que «no sea un coladero».
La marcha ha finalizado en torno a las 14:00 horas cuando todos los asistentes han llegado a la Plaza de Colón donde los organizadores han explicado los motivos de la concentración y han aplaudido la decisión del Tribunal Supremo de EEUU sobre el aborto.
Desde el escenario, Mayor Oreja ha asegurado que la manifestación supone «un antes y un después para todos, un símbolo del arranque de un cambio de actitud». «Todos y cada uno de nosotros tenemos que ser capaces de transformar a una mayoría silenciosa y acomodada en una minoría creativa, ruidosa y participativa». El impulsor de NEOS ha concluido su intervención apelando al poder transformador de la suma de fuerzas y ha advertido a quienes gobiernan: «No nos vamos a callar, vamos a estar más presentes, unidos y activos que nunca».
La directora del Instituto CEU de Estudios de la Familia y miembro de la ACdP, Carmen Fernández de la Cigoña, por su parte, ha expresado que están «convencidos de que la vida, la familia la verdad y la libertad importan».
Con relación a la nueva ley del aborto aprobada por el Ejecutivo, ha criticado que quieren «hacer ver como moral que las niñas de 16 años puedan acudir a abortar sin que sus familias, que son las personas que más las quieren y que más se preocupan por ellas, lo sepan».
Además, el coordinador de la Asamblea de Asociaciones por la Vida, Josep Miró, ha lanzado una pregunta: «¿Quién puede entender a un gobierno que ve cómo muere mucha más gente de la que nace, y al mismo tiempo dedica diez veces más recursos a subvencionar al aborto que a ayudar a la maternidad? ¿O cómo pueden defender una muerte digna, cuando niegan el dinero para que todos los ciudadanos accedan a los cuidados paliativos?».
