El escritor americano John Barth (Cambridge, Maryland) ha fallecido este martes a los 93 años, según ha confirmado la Universidad Johns Hopkins (Maryland, Estados Unidos), donde era profesor emérito de inglés y escritura creativa.
En el comunicado, la Universidad destaca de Barth su ficción posmodernista e «impredecible» y su enseñanza «exigente y generosa». Barth trabajó en la facultad de Johns Hopkins desde 1973 hasta su jubilación en 1995.
John Barth es autor de 17 novelas, entre ellas ‘Giles Goat-Boy’ y ‘The Sot-Weed Factor’, ganó un Premio Nacional del Libro, un Premio F. Scott Fitzgerald por logros destacados en ficción estadounidense, un Premio a la trayectoria de la Fundación Lannan y el Premio PEN/Malamud a la excelencia en el cuento.
Junto con William Gass , Stanley Elkins y otros compañeros, Barth formó parte de una ola de escritores en la década de 1960 que desafiaron los estándares del lenguaje y la trama
«Estudiante y profundamente reflexivo, era un placer estar en su compañía, ya fuera como alumno o colega. Apasionado por la literatura y con un gusto incomparable, estaba lleno de ingenio y sabiduría, y tenía un don casi científico para la anatomía. Los elementos de la ficción: huesos, carne, nervios, corazón y pulmones. También era divertido, alto y guapo, y nunca se perdía un truco. De una manera poco común, personificaba su ficción en su propia persona galante e ingeniosa», ha comentado en el comunicado Jean McGarry, amigo del escritor.
Su primera gran obra fue The Sot-Weed Factor, de 1960, una parodia de la ficción histórica con multitud de giros argumentales y travesuras. Otra de sus grandes publicaciones fue en 1966, ‘Giles Goat-Boy’, en el que convirtió un campus universitario en un microcosmos de un mundo amenazado por la guerra fría.
Al año siguiente, escribió un manifiesto posmoderno, ‘La literatura del agotamiento’, en el que sostenía que la novela tradicional padecía un «agotamiento de ciertas formas». Barth describió al escritor posmoderno como alguien que «se enfrenta a un callejón sin salida intelectual y lo emplea contra sí mismo para realizar un nuevo trabajo humano».
Barth exploró con frecuencia la relación entre el narrador y la audiencia en parodias y sátiras y comentó, como resalta el diario británico ‘The Guardian’, que se inspiró en ‘Las mil y una noches’, que descubrió mientras trabajaba en la biblioteca de clásicos de la Universidad Johns Hopkins.
Su primera novela, ‘La ópera flotante’, fue nominada al Premio Nacional del Libro. Fue nominado nuevamente por una colección de cuentos de 1968, ‘Lost in the Funhouse’, y ganó en 1973 por ‘Quimera’, tres novelas cortas centradas en el mito.