Una mujer que participaba en el asalto al Capitolio de Estados Unidos ha muerto presuntamente tras ser tiroteada por las fuerzas de seguridad en el interior de la sede legislativa, sin que por el momento estén claras las circunstancias de este suceso, informa la cadena NBC News.
La mujer ha sido identificada como Ashli Babbitt, según ha informado la cadena de televisión Fox News, una veterana de la Fuerza Aérea estadounidense y residente de San Diego. La Policía de Washington ha confirmado que ha muerto a manos de la Policía.
Babbitt era una firme partidaria del presidente, Donald Trump, según ha explicado su marido a WTTG-TV, y ha sido declarada muerta en un hospital de la zona, tal y como ha confirmado el portavoz del Departamento de la Policía Metropolitana de Washington, Dustin Sternbeck.
A través de un vídeo publicado en las redes sociales se puede ver a la turba de manifestantes dentro del Capitolio cuando se escucha un tiro y una mujer, con una pancarta en apoyo a Trump, cae al suelo, para después ser trasladada en una ambulancia.
Por otra parte, un hombre de 24 años está herido crítico después de precipitarse al vacío en los aledaños del Capitolio, según fuentes citadas por la cadena CNN.
El jefe de la Policía de Washington, Robert Contee, ha comparecido ante los medios para hacer balance de unas protestas arengadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y que han coincidido con la ceremonia de certificación de los resultados de las elecciones de noviembre.
Contee ha añadido que otras tres personas han muerto por emergencias médicas durante la toma del Capitolio, aunque no ha especificado si las víctimas estaban involucradas de alguna manera en la insurrección.
«Una mujer y dos hombres parecen haber sufrido emergencias médicas separadas, que resultaron en sus muertes. Cualquier pérdida de vidas en el Distrito es trágica y nuestros pensamientos están con cualquiera que haya sido impactado por su pérdida», ha subrayado el policía.
Además, según Contee, la Policía Metropolitana ha arrestado a más de 52 personas, 26 detenciones de las cuales se han producido en las inmediaciones del Capitolio.
Las fuerzas de seguridad se han incautado de varias armas, según Contee, que ha confirmado también que hay 14 agentes heridos, según medios estadounidenses, dos de ellos en estado grave. En este sentido, cuatro personas han sido detenidas por llevar pistolas sin licencia.
Otras 47 personas detenidas estaban violando el toque de queda o allanando propiedad privada.
Asimismo, Contee ha comunicado que han interceptado dos bombas de tubo, una de la sede del Partido Demócrata y otra en de la del Partido Republicano.
La Guardia Nacional se ha movilizado para tratar de contener estas protestas. El Departamento de Defensa ha confirmado este despliegue «para brindar apoyo a las fuerzas de seguridad federales en el Distrito de Columbia» y que el secretario en funciones, Christopher Miller, está en contacto con los líderes del Congreso.
Por su parte, la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, ha emitido una orden para extender el estado de emergencia pública, y con ello el toque de queda en la capital, durante 15 días más, coincidiendo con la investidura del presidente electo, Joe Biden, el próximo 20 de enero.