Nikoderiko The Magical World análisis – Lo mejor de los plataformas de los 90

Andrea Moncada

Nikoderiko the Magical World es el último lanzamiento de mano del estudio indie Vea Games y en colaboración con Kinghts Peak. Se ha publicado el pasado 15 de octubre de 2024, para Nintendo SwitchXbox Series X/S, y Play Station 5.

Nikoderiko es un juego de plataformas muy colorido que recoge las mejores ideas de varios títulos de plataformas clásicos. Si has jugado a los plataformas de los 90 o principios de los 2000, encontrarás muchas referencias. Bajo mi punto de vista, es un juego que no inventa nada nuevo, pero trae de vuelta mecánicas y jugabilidad que han caído en el olvido últimamente. En muchas de las pantallas tendremos recuerdos de momentos muy emotivos vividos en otros juegos, en este caso, a mí me recuerdan a mi infancia.

NIKODERIKO ES UNA AVENTURA NOVENTERA

nikoderiko

Cuando empezamos nuestra aventura nos ponemos en la piel de dos mangostas, Niko y Luna, que vivirán una serie de aventuras mientras buscan tesoros antiguos. La aventura en la que les acompañamos nos lleva a una isla remota donde buscan una reliquia mágica. En la expedición se encuentran con Grimbald y sus secuaces, enemigos parecidos a reptiles. El ejército de Grimbald hará lo imposible por echar a Niko y Luna de la isla, pero estos no se darán por vencidos tan fácilmente. El nuevo objetivo, aparte de los tesoros, será derrotar al grupo de bandidos que asola esta isla.

La jugabilidad de Nikoderiko solo puedo describirla como una mezcla de varios plataformas tradicionales, tanto por la movilidad y el combate, como por los coleccionables. Encontramos a Donkey Kong Country, al poder coger objetos como cofres del tesoro, y lanzarlos a nuestros enemigos. Además, durante la exploración de los niveles encontramos las letras NIKO, ocultas en diferentes puntos del mapa. La estética es similar a Crash Bandicoot, por los cambios de perspectiva en 2D y 3D con una cámara que gira automáticamente. Otro coleccionable que también se inspira en este es un diamante morado, escondido y que podremos obtener en cada nivel.

MONTURAS Y COLECCIONABLES A RAUDALES

También tenemos la posibilidad de recorrer mapas montados a lomos de una montura que nos ayudará a saltar más alto y atacar de forma diferente a los enemigos. Otro punto de Crash es que nos encontrarnos con mapas llenos de cajas destruibles de las cuales obtenemos unas bolitas amarillas flotantes. Estas bolas amarillas hacen las funciones de moneda, y recuerdan en su forma de flotar e interactuar con nuestro personaje, a los Lums de Rayman. De este último, también obtenemos la forma de las vidas y también flota alrededor de las monedas.

Es un juego muy variado que nos permite enfrentarnos a diferentes tipos de niveles, algunos con un grado de dificultad mayor que otros. En total podemos invertir aproximadamente 10 horas, 20 si eres como yo, completista por naturaleza. Tienes siete mundos en los que explorar y enfrentarte a múltiples enemigos, y ese tiempo pasa volando debido al excelente diseño de niveles en general.

MUSICALMENTE ES GENIAL

Visualmente, Nikoderiko hace un trabajo fantástico al presentar biomas coloridos y variados con diferentes ambientes. Ya sea que estemos explorando ruinas verdes en un bosque o los pasillos sombríos de una fábrica en ruinas, estos entornos tienen mucho carácter. La personalidad y profundidad de estos biomas convierte la exploración en una experiencia muy inmersiva. La banda sonora ha sido producida por David Wise. Creador de bandas sonoras como Donkey Kong, o Yooka-Laylee. Son tan pegadizos como cabría esperar y cada música encaja perfectamente con el bioma que estás atravesando.

En definitiva, Nikoderico The Magical World no es solo una carta de amor a los plataformas de los años 90. También es una experiencia divertida que jugar en cooperativo local con otra persona, y que te aportará horas de entretenimiento. Si quieres jugar un título novedoso pero con aires metros, y que viene a recordarnos el cariño de los plataformas en 2D y 3D. Estamos seguros de que lo disfrutarás al máximo.

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