Nobody Wants to Die es una aventura noir ciberpunk desarrollada por Critical Hit Games y publicada por Plaion el pasado 16 de julio de 2024. Se lanza para PS5, Xbox series y PC a través de Steam. Se trata de una aventura en primera persona, que tiene una trama que engancha desde el primer minuto. La estética noir decadente no solo acompaña, sino que lo hace completamente inmersivo.
CRIMENES, POLICIAS Y UNA CIUDAD DECADENTE
La historia en Nobody Wants to Die empieza al ponernos en la piel del detective James Karra. Este es uno de los grandes policías del cuerpo de la inmortalidad, pero ha sido suspendido de sus funciones por motivos que evitaremos revelar. Tras su retirada del cuerpo, James se ve envuelto en una espiral de depresión, drogas y alcohol. Su superior le da una oportunidad de redención en la que debe investigar la escena de un crimen acompañado de una nueva compañera llamada Sara. Esta, una oficial del cuerpo en proceso de promoción, hará la función de conciencia con James, a medio camino entre Pepito grillo y una niñera.
En el mundo de Nobody wants to die, la muerte no existe. La inmortalidad no sólo es posible, sino que es lo establecido en esta sociedad Newyorkina distópica, por esto existe la policía de la inmortalidad. Las personas sobreviven transfiriendo su mente y conciencia, llamada Icorita, a otros cuerpos. Todos los habitantes tienen derecho a tener su cuerpo hasta los 21 años, momento en el que deben abonar una tasa para conservarlo. Si no tienes dinero para pagarlo, tu icorita se almacenará hasta que alguien pueda pagarte un nuevo cuerpo, momento donde se implantará tu conciencia en el cuerpo establecido.
NOBODY WANTS TO DIE NOS DA MÚLTIPLES HERRAMIENTAS DE INVESTIGACIÓN
La jugabilidad en Nobody Wants to die se basa en la investigación de distintas escenas del crimen o sucesos. Para nuestra investigación tendremos disponibles varias herramientas como una lupa de rayos X, una linterna de luz ultravioleta, y el reconstructor. La mecánica principal en la mayoría de los niveles principales de Nobody Wants to Die es el Reconstructor. Tiene varios modos de uso, generalmente comenzando con una reconstrucción que tendrá una línea temporal corta que podemos recorrer. A medida que encontramos más pistas, ganaremos acceso a más sucesos ocurridos en el tiempo, y encontraremos anomalías que marcan puntos de inflexión. La mecánica de la línea temporal permite avanzar y rebobinar la «realidad» en tiempo real.
Respecto al resto de herramientas con el que contamos, nos aportarán información extra. La luz ultravioleta nos permite detectar huellas, pisadas y rastros de sangre. La lupa de rayos X nos permite seguir cableado, corrientes eléctricas o impulsos magnéticos, entre otros. Y por último, contamos con un panel de pistas donde realizar deducciones encadenando los diferentes hechos y generando hipótesis.
Con todos estos elementos, tendremos que hacer juegos de deducciones, encadenar pruebas y llegar a consenso con nuestra compañera Sara. Los diálogos con ella son importantes, y aportan puntos de vista diferentes o factores a tener en cuenta. Además, las elecciones de diálogo influyen en el transcurso de la historia, por lo que no debemos responder a la ligera.
GRÁFICAMENTE ES UN ESPECTÁCULO
A nivel gráfico, Nobody wants to die es un espectáculo y los escenarios están muy bien hechos y detallados. La ambientación transmite la contaminación, el humo y la decadencia de la ciudad, mientras luchamos contra los propios demonios de James. La actuación de voz es muy buena, con diálogos en inglés y subtítulos en castellano, al igual que toda la interfaz.
En definitiva, tras 5 horas de historia inmersiva, me parece una aventura completamente adictiva y que tiene una trama muy bien estructurada. El toque personal de James y la profundidad del personaje hace que sea muy convincente con su visión de las cosas. Doy por sentado que, si te gusta el género Noir, Nobody wants to die te encantará.