El FC Barcelona visita este martes al Shakhtar Donetsk en Hamburgo (18.45), en la cuarta jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones, con la intención de seguir sumando de tres en tres y sellar la clasificación para los octavos de final, primer objetivo de un Barça que llega con ganas de recuperar su mejor juego, ausente el pasado fin de semana en LaLiga EA Sports pese a la victoria.
Pese al 0-1 obra de Ronald Araujo en el ocaso del Real Sociedad-Barça del pasado sábado, en un triunfo vital para reengancharse a la lucha por revalidar el título liguero, en el entorno del Barça se habla más del mal juego desplegado, de la fortuna de haber logrado los 3 puntos que no del éxito en sí que fue asaltar el Reale Arena. Y en este contexto el Barça llegar a otra cita europea de importancia.
Los de Xavi Hernández llevan pleno de triunfos por el momento y sumar una cuarta victoria les daría el primer objetivo en la competición continental; el billete a las eliminatorias. Son dos campañas cayendo en fase de grupos y de ahí la trascendental importancia de acabar con esta mala racha y estar, por lo menos, en los octavos de final.
«Tenemos que confirmar la clasificación, que es el primer objetivo para estar en octavos. No se nos puede escapar la oportunidad», reconoció Xavi en rueda de prensa. La meta está clara, el camino para llegar a ella puede tomar distintos ramales pero, visto lo visto en Donostia, está claro que el técnico blaugrana pedirá a sus jugadores exigencia y compromiso de principio a fin.
Ante el Shakhtar, en la primera vuelta, el Barça dominó en el Olímpic Lluís Companys pero permitió que el equipo ucraniano se metiera en el partido. Con 2-0 en el marcador, tras los goles de
Ferran Torres (28′) y Fermín López (36′), el equipo no logró sentenciar y Georgiy Sudakov en el minuto 62 recortó para, en un final ajustado, dejar a su equipo cerca del empate.
Éste no llegó y el Barça pudo sumar un tercer triunfo a los logrados ante Oporto y Royal Antwerp. Una primera vuelta inmaculada en cuanto a resultados pero con matices de juego que ahora deberían ser mejorados, ajustados y calibrados. El Barça sabe que no está a su máximo nivel de juego, con muchas imprecisiones y alguna que otra desconexión mental, como Jules Koundé reconoció en la previa de este choque.
Así que el objetivo es ganar y lograr el billete a octavos pero también es necesario encontrar esos detalles, pulir esos errores del pasado, para coger aire de cara a las dos últimas jornadas y a una Liga donde, con el empate del Real Madrid, ese gol de Araujo tuvo más importancia todavía. Fue un triunfo ‘de campeón’ pero parece ser que el entorno más crítico del club blaugrana no lo ve del todo así.
En Hamburgo, sede temporal de un Shakhtar exiliado por la invasión rusa, el Barça se topará con un rival mermado por las bajas por lesión de Bondarenko y Ocheretko y de Konoplia por sanción. Sudakov, Zubkov y Sikan intentarán poner de nuevo al Barça en problemas, como al final del choque de la primera vuelta, y seguir con opciones de clasificarse.
Los blaugranas, a nivel físico, deberían estar mejor. Con un Pedri más rodado tras dejar mentalmente la lesión atrás en el Reale Arena, con una media hora aproximada de buen juego. Con la magia del canario de vuelta, debería exigirse más un Robert Lewandowski que sigue sin marcar tras su lesión y cuya falta de gol pesa en el grupo, incapaz de hallar goles con facilidad.
Necesito tiempo un Barça que también acaba de recuperar por lesión a Jules Koundé y a Raphinha y que sigue sin contar con Frenkie De Jong ni Sergi Roberto. No obstante, si su ausencia no era excusa, su falta de ritmo tampoco debería serlo. Así que el Barça se juega el pase a octavos pero también su credibilidad en el proyecto ya de dos años de Xavi y fortaleza para afrontar el siguiente reto; aguantar el tipo en LaLiga ante el Real Madrid, Atlético de Madrid y el sorprendente líder en solitario; el Girona FC.
EL ATLETI NO SE PUEDE DESPISTAR
Por su parte, el Atlético de Madrid recibe este martes en el Cívitas Metropolitano (21.00 horas/Movistar Liga de Campeones) a un colista Celtic que ya le tuvo contra las cuerdas en Glasgow y ante el que salvó un empate.
Tras el dramático 1-1 de la primera jornada continental frente a la Lazio, cuando un gol del portero Ivan Provedel en el último minuto frustró la victoria rojiblanca, el conjunto de Diego Pablo Simeone reaccionó en casa con un ajustado triunfo ante el Feyenoord (3-2) para pasar a comandar el Grupo E con los mismos puntos que los italianos. Los rojiblancos habían conseguido reconducir su camino.
Seis victorias consecutivas atesoraban cuando visitaron el pasado 25 de octubre Celtic Park, donde se truncó su racha. El fulgurante arranque de los escoceses les obligó a neutralizar en dos ocasiones los tantos locales -con goles de Antoine Griezmann, de penalti, y de Álvaro Morata- y les condenó a la segunda plaza.
Con cinco puntos, a uno del líder Feyenoord y uno sobre la Lazio en un grupo que cierra el Celtic con solo una unidad, los del ‘Cholo’ saben que lo que suceda este martes es vital para su futuro en Europa. «Veo un grupo muy parejo, los resultados lo muestran. De aquí al final seguramente nos terminaremos sacando puntos entre todos. Aquel que tenga la mayor regularidad llegará al objetivo, que es pasar a octavos de final», advirtió el técnico argentino.
Precisamente, a la regularidad en el Cívitas Metropolitano tratará de agarrarse un Atleti que el viernes cedía de manera sorpresiva en Las Palmas de Gran Canaria (2-1) para caer hasta la cuarta posición de LaLiga EA Sports. En total, ya son 15 los triunfos consecutivos que acumula el equipo en el recinto rojiblanco -14 de ellos en LaLiga-, un fortín que se vuelve adverso en Europa.
De hecho, solo ha ganado dos de los últimos 12 encuentros disputados allí en competición continental, en la que este año, a pesar de la situación, está invicto. Ahora, espera dar un golpe en la mesa para ahuyentar todos los fantasmas que le sobrevuelan, incluidos los de la eliminación en fase de grupos del curso pasado.
Respecto al once, Marcos Llorente o Pablo Barrios ocuparán la ausencia obligada en el centro del campo del argentino Rodrigo de Paul, expulsado por doble amarilla en Glasgow, con Koke en la sala de máquinas y, previsiblemente, Griezmann retrasando su posición a interior.
Mientras atrás las posiciones se mantendrán inalteradas, arriba el argentino Ángel Correa tomará el testigo del francés y formará pareja atacante con Álvaro Morata. Además de De Paul, Simeone lamentará las bajas de los lesionados Thomas Lemar, Memphis Depay y Reinildo, pero a cambio recupera a Samuel Lino.
Enfrente, el Celtic, campeón de la Copa de Europa en 1967, llega a la cita consciente de que un tropiezo podría suponer su despedida de la ‘Champions’. Si pierde en Madrid y el Feyenoord vence en Roma, estará eliminado matemáticamente.
Dominador en la liga escocesa, donde ha ganado 11 de los 12 partidos jugados hasta el momento, la cosa se complica para el cuadro de Brendan Rodgers en el Viejo Continente, donde solo se ha impuesto en uno de sus últimos 16 choques en la máxima competición continental.
Los ‘Bhoys’ mantienen las bajas de los lesionados Liel Abada, Stephen Welsh y Maik Nawrocki, a las que se ha unido la del delantero japonés Reo Hatate, lesionado en el encuentro ante los atléticos en Celtic Park. Nuevamente, el ataque escocés estará liderado por los japoneses Kyogo Furuhashi -que acumula seis goles entre liga y ‘Champions’- y Daizen Maeda y al hondureño Luis Palma.
