Noches veraniegas más cálidas elevan las muertes cardiovasculares en hombres, según un estudio

Redacción

Un aumento de un grado centígrado en la temperatura nocturna habitual de verano puede estar relacionado con un riesgo un 4% mayor de muertes cardiovasculares entre los hombres de al menos 60 años, pero no entre las mujeres.

Ésta es la conclusión principal de un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Toronto (Canadá) y publicado este martes en la revista ‘BMJ Open’.

Investigaciones anteriores se han centrado en la relación de episodios extremos o sostenidos de altas temperaturas en verano con aumentos repentinos de muertes y hospitalizaciones debido a afecciones cardiovasculares.

Sin embargo, los hallazgos relacionados con la edad y el sexo hasta ahora no han sido consistentes, por lo que el nuevo estudio examina cualquier posible vínculo entre las altas temperaturas nocturnas del verano y el aumento de las muertes por enfermedades cardiovasculares entre las personas de 60 a 69 años.

Investigadores de la Universidad de Toronto analizaron datos de la Oficina de Estadísticas Nacionales sobre las muertes de adultos atribuidas a enfermedades cardiovasculares durante los meses de junio y julio entre 2001 y 2015 en Inglaterra y Gales, ya que las olas de calor en el Reino Unido son más frecuentes e intensas durante estos meses.

También recopilaron la información de datos oficiales de Estados Unidos para el condado de King (Washington), una región similar frente al mar en latitud paralela a Inglaterra y Gales, con propiedades atmosféricas tierra-océano comparables y una prevalencia igualmente baja de aire acondicionado residencial. Los datos de Estados Unidos, sin embargo, sólo incluyeron a hombres. Además, analizaron los datos meteorológicos oficiales de Reino Unido y Estados Unidos.

DATOS

Los resultados mostraron que entre 2001 y 2015 se registraron 39.912 muertes por enfermedad cardiovascular (68,9% de hombres) en Inglaterra y Gales y 488 en el condado de King.

En Inglaterra y Gales, tras permitir ciertas variables, un aumento de 1°C en la temperatura habitual de la noche de verano se asoció con un aumento de un 3,1% en el riesgo de mortalidad por enfermedad cardiovascular entre los hombres de 60 a 64 años, pero no en los hombres mayores ni en ninguno de los dos grupos de edad de mujeres.

En el condado de King, un incremento de 1°C se asoció con un aumento de un 4,8% en el riesgo de mortalidad por enfermedad cardiovascular entre las personas de 65 años o menos, pero no en los hombres mayores.

Durante los 15 años analizados, las tasas de enfermedad cardiovascular disminuyeron sustancialmente en ambas regiones cada año y notablemente durante los meses de verano, en línea con una mayor aceptación de la población de terapias preventivas primarias y secundarias efectivas a lo largo del tiempo.

No obstante, persistió un riesgo residual considerable y en Inglaterra y Gales, las tasas de episodios cardiovasculares se mantuvieron más de un 50% más altas en adultos de 65 a 69 años que en los de 60 a 64 años.

«Los hallazgos actuales deberían estimular una investigación similar de la exposición y las tasas de eventos en otras regiones pobladas de latitudes medias a latitudes altas”, apuntan los autores.

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