Hoy despedimos el último día del año, conocido como Nochevieja, Víspera de Año Nuevo o Fin de Año. Este día se celebra en casi todo el mundo y forma parte del calendario gregoriano, iniciándose desde la noche de la víspera de Año Nuevo hasta la madrugada del 1 de enero del siguiente año.
La celebración de Nochevieja es tradición en casi todo el mundo, de acuerdo a las costumbres y creencias de cada país, para despedir al viejo año y esperar con expectativas el año que comienza. El 31 de diciembre simboliza el cierre de un ciclo, con metas y propósitos a lograr durante el año venidero.
Se estima que la primera celebración de fin de año se originó en Mesopotamia en el año 2.000 a.C, entre los meses de marzo y abril, significando el comienzo de las nuevas cosechas. Representaba el inicio de la primavera y su primera luna con la celebración del Akitu, dando la bienvenida a un nuevo año durante doce días, en los que se realizaban ceremonia en el templo Esagila, el hogar deldios Marduk.
Posteriormente, en el 46 a.C. el emperador Julio César impuso que el día 1 de enero sería la fecha para celebrar la entrada del nuevo año, debido a que los ciclos de la Luna no eran constantes, ocasionando desfases en las estaciones según el calendario mesopotámico.
En virtud de ello encargó al astrónomo Sosigenes que estableciera un nuevo calendario solar, denominado juliano por el dios Janus, que simboliza los inicios y que está representado con una parte de la cara mirando hacia el pasado y otra hacia el futuro.
El día 1 de enero fue la fecha destinada para dar la bienvenida al nuevo año y la extensión de las fiestas y celebraciones, tales como las fiestas Saturnales en honor a Saturno, el dios de la agricultura.