Número 2 de Vox anuncia un «estilo Garriga»: cambio de filosofía para llevar sonrisa y confianza a cargos territoriales

Redacción

El nuevo ‘número dos’ de Vox, Ignacio Garriga, asume un «cambio de filosofía» al frente de la Secretaría General del partido basada en llevar «sonrisa» y «confianza» a todos sus cargos territoriales, con la vista puesta en las elecciones municipales y autonómicas del mes de mayo. En este sentido resume el ‘estilo Garriga’ en «confianza, sonrisa y mucho trabajo.

Así lo asegura en una entrevista con Europa Press, donde explica su proyecto aunque niega que los cambios internos en Vox –sustituyó a Javier Ortega Smith al frente de la organización interna de la formación– tuvieran ninguna relación con la salida de Macarena Olona del partido ni con las críticas que denunciaban autoritarismo desde la dirección nacional.

Según asegura, fue el propio Ortega Smith quien quiso dar un paso al lado para «volcarse» en la candidatura al Ayuntamiento de Madrid, y tilda de «leyendas negras» las voces sobre crisis internas. «Hay una voluntad permanente de generar crisis donde no las hay, de reinterpretar las decisiones que se toman en el seno de nuestra formación política», denuncia.

Y además, apunta que esto coincide «curiosamente» con un momento en el que España necesita «una verdadera alternativa» al Gobierno de Pedro Sánchez y con una oposición que está «rendida y apesebrada» ante los «desmanes» del jefe del Ejecutivo, en referencia al Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo.

En cualquier caso, reconoce que todo relevo conlleva «cambios de filosofía» y explica que su prioridad será «reforzar» a las personas de Vox. «Voy a estar muy cerca de nuestros cuadros, al lado de ellos, fundamentando el trabajo en la confianza de todas las personas que están en las provincias», asegura.

Y resume así el ‘estilo Garriga’: «confianza, sonrisa y mucho trabajo». «El espíritu que voy a imprimir en esta nueva etapa, que no quiere decir que no se haya hecho anteriormente, es liderar una organización basada en la confianza, firmemente comprometida con nuestros principios y valores y creer en las personas como los medios más adecuados para defender nuestras ideas», detalla.

«LA ÚNICA ALTERNATIVA»

Garriga sostiene que Vox es «la única alternativa» capaz de desbancar a Sánchez del Palacio de la Moncloa –«por programa y por voluntad propia»– y desliza varias críticas al PP de Feijóo, al que reprocha su «pasividad» y «actitud de espera».

Sin embargo, asume que ambas formaciones tendrán que llegar a acuerdos tras las elecciones de mayo y después en generales si quieren llegar a La Moncloa, aunque rechaza ahondar en cómo tendrán que configurarse porque eso es «anticipar escenarios». «Lo que hay que hacer es denunciar las numerosas tropelías que está cometiendo el frente popular liderado por Sánchez –reivindica–. Hay que trasladar un mensaje contundente a los españoles y después ya hablaremos de en qué términos vamos a gobernar».

«Nosotros lo tenemos muy claro, pero hay que saber si otros lo tienen tan claro como nosotros», insiste señalando de nuevo al PP. Y aprovecha para criticar el voto contrario de los ‘populares’ y el resto de grupos parlamentarios del Congreso a la moción de censura que lideró Santiago Abascal en octubre de 2020: «Hay que poner de manifiesto la situación de extrema gravedad que está sufriendo España, no hay que olvidar que es fruto y responsabilidad de esos 298 diputados que votaron en contra de la moción de censura de Vox».

«Gracias a ese voto», insiste, «hay delincuentes sexuales en las calles, los golpistas han sido indultados, van a ser beneficiados con la modificación del delito de sedición y probablemente de malversación».

«LOS ESPAÑOLES NO QUIEREN MÁS SANCHISMO»

Garriga subraya que hay que ser consciente de «la gravedad» de la situación que vive España y «ello implica una responsabilidad» que cree que «algunos» han decidido no asumir. En cambio, sostiene que Vox sí que ha afrontado el «deber» de «dar la batalla y salir a las calles».

A su juicio, la movilización lograda por Vox el pasado domingo en las calles de toda España, con miles de personas en la plaza de Colón de Madrid, demuestra que «Sánchez ya está más fuera de la Moncloa que dentro». «Los españoles han dicho basta, no quieren más sanchismo, que un Gobierno esté secuestrado por etarras», asevera.

Por eso, cree que en las elecciones de mayo Vox tendrá un «excelente resultado electoral». «Como ya se está viendo en las grandes movilizaciones, se va a convertir en una marea de esperanza que ya se ha vuelto en contra de Sánchez a pesar de los medios a su favor y a pesar de una oposición pasiva que está esperando ver cómo desfila el cadáver», sostiene.

Pese a sus críticas a los ‘populares’, Garriga garantiza que Vox está «dispuesto» a «sumar» para desalojar a Sánchez de La Moncloa y «sin duda» ambos partidos tendrán que llegar a pactos. Y aunque no aclara en qué basarán esas negociaciones, señala algunos asuntos prioritarios para Vox: «tendremos que hablar qué hacemos con terroristas y separatistas, hay que sacar las garras de la partitocracia del poder judicial, reducir el gasto político, protección de fronteras,…».

VOX: «SENTIDO COMÚN, NI DERECHAS NI IZQUIERDAS»

Además, sitúa a Vox «muy lejos» de «viejas etiquetas» de izquierdas y derechas porque cree que sus propuestas solo deben enmarcarse en «el sentido común». «Si defender a las clases trabajadoras es ser de izquierdas, yo soy de izquierdas; si defender el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural es ser de derechas, soy de derechas», adelanta.

Ese debate lo deja «para los politólogos», pero él se alza como «un convencido de la defensa del sentido común». Sin embargo, a continuación acusa a «la izquierda» de promover una política de fronteras abiertas, de la «inseguridad creciente» en los barrios o de un «expolio fiscal» a las clases medias «para pagar sus fiestas ideológicas y desvaríos varios».

«Nosotros estamos en la defensa del sentido común y ofrecer al conjunto de los españoles la alternativa que ansían y anhelan ante un Gobierno que lo único que está haciendo es acelerar la destrucción de las clases medias españolas», resume.

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