ONG han reivindicado, con motivo del Día Internacional de la Educación, que se celebra este miércoles 24 de enero, una educación de calidad para poner fin a la transmisión intergeneracional de la pobreza y como mejor herramienta para convertirse en constructores de paz en el mundo, en medio del incremento de las guerras y de la violencia en muchos países del mundo.
Así, Aldeas Infantiles SOS reivindica una educación de calidad como la mejor herramienta para terminar con la transmisión intergeneracional de pobreza y desigualdad, y recuerda que el acceso a la misma es un derecho fundamental.
Aldeas trabaja con más de 6.700 niños, niñas y jóvenes de sus programas para compensar la brecha educativa que les afecta, proporcionándoles todos los apoyos necesarios desde el Primer Ciclo de Educación Infantil hasta la formación universitaria, técnica o profesional.
Según advierte la ONG, tres de cada diez niños, niñas y adolescentes en España están en riesgo de pobreza o exclusión social y las condiciones socioeconómicas de sus familias impactan en su educación. Además, añade que la brecha digital, las limitaciones de recursos y capacidades para apoyar el aprendizaje en casa y las dificultades de conciliación comprometen su derecho a una educación de calidad y condicionan su futuro.
Por su parte, Misiones Salesianas recuerda, con motivo de esta jornada, que el acceso universal a la educación es un derecho fundamental y añade que es necesario para construir un futuro más sostenible e inclusivo fomentando la cultura de paz.
Por ello, desde misiones salesianas, en los últimos tres años han realizado 243 proyectos educativos en 67 países con una inversión de más de siete millones de euros, que han beneficiado a casi 165.000 menores y jóvenes.
Es el caso de Rasha, que tiene 10 años y vive en Alepo. Desde que nació sólo conoce la guerra en Siria y, además, el terremoto del pasado año destruyó su casa. Va a clase a una escuela pública musulmana porque su familia no tiene dinero para pagar una escuela católica, pero gracias a los misioneros salesianos participa por las tardes en el proyecto de clases de refuerzo en el oratorio Don Bosco y saca buenas notas. «En Don Bosco aprendemos, jugamos, así que me encanta porque nos sentimos seguros y en un ambiente de paz», explica la menor.
Los misioneros salesianos advierten de que al menos 250 millones de menores y jóvenes en el mundo que están sin escolarizar y señala, entre las causas, la pobreza, la salud y la guerra. Así, advierte de situaciones como la guerra en Gaza; el conflicto en Ucrania, que «condiciona la educación de miles de menores y jóvenes desplazados y refugiados», o los golpes de Estado en numerosos países de África que generan inestabilidad y violencia.
En este sentido, la ONG World Vision alerta de que este sexto Día Internacional de la Educación se celeba bajo el lema ‘Aprender para una paz duradera’ mientras el mundo asiste a «una oleada de conflictos violentos paralela a un aumento alarmante de la discriminación, el racismo, la xenofobia y la incitación al odio».
Por ello, apuesta por un «aprendizaje para la paz» que sea «transformador» y contribuiya a dotar a los alumnos de los «conocimientos, valores, actitudes, competencias y comportamientos necesarios para convertirse en agentes de paz en sus comunidades».
Si bien, advierte de que, actualmente, muchos niños sufren experiencias de violencia en las escuelas, por ejemplo, en América Latina, donde más de la mitar de la infancia indígena, migrante y refugiada permanece fuera de los sistemas educativos de la región por pobreza, discriminación y la xenofobia.
«Educar con ternura implica colocar al alumno en el centro de las acciones pedagógicas», ha explicado el coordinador de educación de World Visión Perú y líder de educación para World Vision América Latina y el Caribe, Daniel Yépez, al tiempo que ha apostado por «educar desde el reconocimiento de los derechos, capacidades y la responsabilidad de la infancia para el cuidado de sus pares».
LOS COLEGIOS DEBEN SER ESPACIOS SEGUROS
En la misma línea, la ONG de infancia Educo asegura que la educación aleja a los niños y niñas de la violencia y que los centros escolares deberían ser espacios seguros para todos ellos y ellas. «Los niños y las niñas tienen derecho a estar protegidos como está establecido en la Convención de los Derechos del Niño de 1989. Lamentablemente, muchos sufren violencia de diferente tipo y grado. Además, a veces no son conscientes porque la tienen normalizada en sus vidas», ha explicado la directora general de Educo, Pilar Orenes.
«En general, las escuelas son espacios seguros donde los niños y las niñas están protegidos. Pero tenemos que admitir que la violencia se cuela en las aulas de muchas formas distintas y debemos trabajar para que esto no suceda», ha afirmado la directora general de Educo, Pilar Orenes.
Según señala, citando datos de la Unesco, a nivel mundial, se calcula que 1 de cada 3 niños, niñas y adolescentes es víctima de acoso escolar, una proporción que llega hasta casi la mitad del alumnado en el continente africano (48,2%) y Oriente Medio (41,1%).
Además, lamenta que el castigo corporal aún se permite en 63 países, y advierte de que en las guerras, los conflictos armados y las catástrofes naturales, «la educación de la infancia sigue siendo uno de los primeros derechos que se pierde y uno de los últimos que se recupera». Asimismo, precisa que, en 2020 y 2021 se denunciaron más de 5.000 ataques a escuelas y universidades, incluido el uso militar de las instalaciones; y fueron heridos o asesinados al menos 9.000 estudiantes y educadores.
REGULACIÓN DE LA TECNOLOGÍA EN EL ENTORNO ESCOLAR
Por su parte, UNICEF España recuerda que la escuela se enfrenta al reto de incorporar la tecnología en la educación «de manera que los alumnos se puedan desenvolver con solvencia y responsabilidad en el mundo digital, mientas se posibilitan las condiciones para ello».
En este contexto, el responsable de Educación y Derechos Digitales de UNICEF España, Nacho Guadix, asegura que, ante los debates sobre la presencia o no de los teléfonos móviles en las aulas, «parece razonable elaborar algún tipo de regulación que permita que todos los derechos de la infancia estén cuidados y protegidos en el ámbito escolar».
«Y no solo la educación, sino también la participación, la protección y la convivencia se manifiestan como objetivos que habrá que equilibrar para conseguir un consenso que permita incorporar de forma natural estos avances tecnológicos», añade.
Esta posible regulación, para la que es necesario contar con la opinión de los propios chicos y chicas, debería permitir el pleno ejercicio del derecho a la educación, en el sentido de llevar a cada alumno al máximo del desarrollo de sus capacidades; el desarrollo de las competencias digitales que les posibiliten participar y desenvolverse en una sociedad digitalizada de forma responsable; y la atención de las necesidades de compensación que la escuela ofrece al alumnado vulnerable también en el ámbito digital, especialmente en la llamada brecha de acompañamiento.
La presencia de la tecnología digital es una realidad y, si bien la utilización excesiva o inadecuada de dispositivos como el teléfono móvil «puede llevar a falta de sueño, continuación del acoso y del ciberacoso, consumo de contenidos inadecuados o prácticas de riesgo». «Cabe recordar que la mayor parte de tiempo de uso sucede fuera de la escuela», concluye Guadix.