El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha tachado este lunes al Gobierno de España y a la Unión Europea de «fascistas y nazis» y ha asegurado que por ello el bloque «odia» a los pueblos que «luchan por la independencia», a la par que ha acusado a Estados Unidos de querer «adueñarse» del país centroamericano.
Ortega, que se mantiene en la Presidencia tras las cuestionadas elecciones de este domingo en las que su formación, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), ha obtenido «un 75,92 por ciento de los votos», según el informe del Consejo Supremo Electoral, ha aprovechado un discurso en el marco del 45 Aniversario del fallecimiento del histórico militante sandinista Carlos Fonseca para reivindicar su «gran victoria».
El mandatario nicaragüense ha arremetido contra la comunidad internacional denunciando la «política intervencionista, expansionista y colonialista» de Estados Unidos y los «países europeos», en un rechazo a las advertencias de estos sobre la falta de garantía democrática en el proceso electoral del país.
Así, ha llamado «fascistas», «descendientes del franquismo» y «hermanos de Hitler» al Gobierno de España y a la Unión Europea. «Es hora ya de que Europa entienda de una vez por todas que en estas tierras, en estos pueblos, en estas naciones, que aquí en Nicaragua, gobierna el pueblo nicaragüense y no los gobiernos europeos», ha clamado Ortega desde la Plaza de la Revolución de Managua, la capital nicaragüense.
«Esa es la democracia en Europa», ha lamentado, para decir que en la UE «están gobernando en la mayoría fascistas». «Y en el Parlamento Europeo la mayoría son fascistas, nazis, por eso tanto odio por pueblos que luchan por la independencia», ha añadido, para referirse a Venezuela, Cuba y Bolivia, informa el medio afín al régimen de Ortega Canal TN8 Nicaragua.
El presidente ha aseverado también que Nicaragua se encuentra «bajo la amenaza y las agresiones del imperio yanqui» y ha lamentado que «independientemente de quién llegue al Gobierno de Estados Unidos», son «los poderes militares y económicos los que deciden», por lo que, a su juicio, hay «tanta guerra» y «tanta tragedia».
«Nicaragua ha tenido que enfrentarse directamente con las tropas yanquis, no porque queramos guerra con ellos, sino porque ellos han querido adueñarse de Nicaragua», ha continuado, para apuntar a los políticos opositores detenidos en el marco de la campaña electoral.
En concreto, Ortega ha tildado a estos como «vende patrias» e «hijos de perra del imperialismo yanqui» que «invitaban a las tropas yanquis» al país porque «quisieran que invadieran ya Nicaragua». «A esos que están presos (…) se los deberían llevar para allá, para Estados Unidos, porque esos no son nicaragüenses, dejaron de ser nicaragüenses hace rato, no tienen patria», ha añadido sobre los líderes opositores encarcelados.
Siguiendo con sus críticas al país norteamericano, ha insistido en que cualquier presidente de Estados Unidos, «fuera demócrata o republicano», «siempre venía a oprimir a Nicaragua», pero «siempre se encontraba con la resistencia» del pueblo nicaragüense.
Asimismo, se ha referido al actual inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden, quien, a juicio de Ortega, «debería avergonzarse» y «pedir perdón» por los «crímenes» cometidos por Washington «en Nicaragua, América Latina y en el mundo».
«Estados Unidos fue condenado por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y conforme al derecho internacional, conforme las leyes, está obligado a indemnizar a Nicaragua, en lugar de estar agrediendo», ha apostillado, para reiterar que «si hay alguien que debería estar sometido en el Tribunal Penal Internacional (TPI) es el Estado Norteamericano que ha venido poniendo en práctica esos crímenes (…) contra los pueblos del mundo».
En este contexto, ha asegurado que en Nicaragua «nunca más» volverá a estar «un coronel gringo» o «militares gringos contando los votos» en el Consejo Supremo Electoral.
«Le exigimos a las potencias que nos viven amenazando continuamente, que amenazan a todo el mundo, que este es un país de paz», ha demandado Ortega al final de un discurso que ha concluido resaltando que trabajará «por la reconciliación».
Las elecciones han estado marcadas por detenciones arbitrarias de activistas y periodistas, entre otros actos de hostigamiento, coacción y violencia política. Además, la libertad de prensa también estuvo en el punto de mira del Gobierno y los medios de comunicación han denunciado restricciones y obstáculos en el ejercicio de su labor.
Ante ello, la UE ha exigido al mandatario –que inicia su nuevo mandato en enero de 2022– «devolver la soberanía» al pueblo de Nicaragua, así como ha amenazado con sanciones más amplias, al igual que Estados Unidos, que ha condenado los comicios «antidemocráticos» en el país centroamericano.